Vida Moderna
Las partes del cuerpo que duelen cuando se tiene un infarto
Un infarto puede generar varios síntomas.
Mantener un estilo de vida saludable ayuda a evitar el surgimiento de diferentes enfermedades. Para estar en buenas condiciones de salud los especialistas en el tema recomiendan hacer ejercicio de forma regular, como mínimo tres veces a la semana. Pero el ejercicio solo no es suficiente, este se debe acompañar con una dieta sana, que sea muy rica en vitaminas y minerales.
Si ni el ejercicio ni la dieta sana se mantiene, el organismo se empieza a deteriorar con el paso del tiempo. Esto, por ejemplo, aumenta los niveles de la presión, de los triglicéridos y del colesterol en la sangre, lo cual, a su vez, puede terminar provocando un infarto o ataque cardíaco, como también se le conoce.
“El ataque cardíaco se produce cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón. Por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias). Los depósitos de grasa que contienen colesterol se llaman placas. El proceso de acumulación de placas se llama ateroesclerosis”, dice Mayo Clinic, instituto internacional de investigación clínica.
“A veces, una placa puede romperse y formar un coágulo que bloquea el flujo de sangre. La interrupción del flujo de sangre puede dañar o destruir una parte del músculo cardíaco”, agrega la entidad.
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Si un infarto o ataque cardíaco no se atiende de forma rápida puede, en un alto porcentaje, causar la muerte. Las personas que son obesas presentan un riesgo mucho más alto de llegar a padecer, en alguna etapa de la vida, un infarto.
Cuando se presenta un infarto, este suele generar algunos síntomas. Por ejemplo, causa dolor en algunas partes del cuerpo. Mayo Clinic dice que estas partes son el hombro, el brazo, la espalda, el cuello, la mandíbula, los dientes o el abdomen. Otros síntomas son:
- “Dolor en el pecho que puede sentirse como presión, opresión, dolor, o sensación opresiva o de dolor”.
- Sudor frío.
- Fatiga.
- Acidez estomacal o indigestión.
- Aturdimiento o mareos repentinos.
- Náuseas.
- Falta de aire.
Entre los factores de riesgo que aumentan el riesgo de padecer un infarto resalta la edad adulta (mayor), el consumo de tabaco en exceso, la diabetes, el síndrome metabólico, los antecedentes familiares, el estrés, el consumo de drogas y las afecciones autoinmunitarias.
Referencias científicas
Infarto, Mayo Clinic.