SALUD
Las peligrosas consecuencias para el cerebro de dormir mal
Los expertos recomiendan dormir ocho horas cada noche.
El sueño es uno de los aspectos fundamentales para que las personas tengan un bienestar físico y mental. Además de las horas que se duerme, es importante tener en cuenta la calidad del sueño.
Dormir poco o mal genera una serie de afectaciones como disminución de la atención, la concentración y la memoria. Además, en muchas ocasiones, es posible que cause síntomas de ansiedad o depresión. El insomnio no solo daña la salud física y psicológica, sino que afecta el funcionamiento del cerebro.
La falta de sueño no se identifica tanto como una patología, sino como una consecuencia de problemáticas como el estrés y las preocupaciones, que provocan un estado de alerta que dificulta que el individuo descanse de manera adecuada.
De acuerdo con especialistas del instituto Mayo Clinic, hay otras situaciones en que las personas tienen malos hábitos de sueño que incluyen horarios irregulares para acostarse, siestas, actividades estimulantes antes de dormir, un entorno de sueño incómodo y el uso de la cama para trabajar, comer o mirar televisión.
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Utilizar computadores, televisores, videojuegos, teléfonos inteligentes u otras pantallas antes de acostarse también afecta el ciclo del sueño. A esto se suma la alimentación en exceso en la noche. Según los expertos, comer en cantidades abundantes causa molestias digestivas y físicas.
La falta de sueño o no dormir bien también genera afecciones en el cerebro como las siguientes. Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos, cuando una persona no duerme lo suficiente, puede sentirse cansada y afectar su rendimiento, incluyendo su capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos.
Cuando no se duerme bien, la persona no puede formar ni mantener las vías del cerebro que le permiten aprender y crear nuevos recuerdos y es más difícil concentrarse y responder rápidamente. “El sueño es importante para un número de funciones cerebrales, lo que incluye cómo se comunican las células nerviosas (neuronas) entre sí”, precisa.
Poca concentración
Cuando no se duerme bien, las personas pueden permanecer dispersas o con dificultades para concentrarse. Estudios de neuroimagen realizados en la Universidad de Pensilvania revelaron que se debe a una merma de la actividad en las neuronas de la corteza prefrontal, que mantienen la atención continua, así como de la llamada red de prominencia. Esta área del cerebro se ocupa de reconocer la información nueva en el entorno y de concentrar la atención en los acontecimientos importantes.
Pérdida de neuronas
Un análisis ejecutado por la Universidad Upsala, en Suecia, publicado en la revista Sleep, reveló que no dormir bien aumenta los niveles sanguíneos de dos moléculas indicadoras de daño neuronal: la NSE y la S-100B. Es decir, la falta de sueño hace que las personas pierdan tejido cerebral.
Ansiedad de comer
De acuerdo con los científicos, la falta de sueño provoca que las neuronas del área del cerebro relacionada con el deseo de comer, la corteza cingulada, se activen con más intensidad de lo normal.
Riesgo del mal de Alzheimer
Mientras las personas duermen, las proteínas ß-amiloides que durante el día se acumulan en el cerebro y que están relacionadas con la enfermedad de Alzheimer se eliminan hasta reducir a mínimos su concentración.
Sin embargo, una jornada sin dormir impide que se produzca esa limpieza, lo que aumenta el riesgo de padecer demencia, de acuerdo con una investigación publicada en JAMA Neurology.
Afectación al conducir
Después de pasar un día sin dormir, es aconsejable que las personas eviten ponerse al volante, incluso si no han probado alcohol. Un estudio de la Universidad Metropolitana de Mánchester, en el Reino Unido, advierte que los movimientos horizontales de los ojos y los de las manos sobre el volante no se sincronizan tras un día completo sin descansar, por lo que es más fácil perder el control del vehículo.
Tipos de insomnio
De acuerdo Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el insomnio puede ser agudo (de corta duración) o crónico (de larga duración). El primero es común y las causas más frecuentes incluyen estrés en el trabajo, presiones familiares o un evento traumático.
Por su parte, el crónico dura un mes o más. La mayoría de los casos de insomnio crónico son secundarios, precisa la citada fuente. Esto significa que son consecuencia de algún otro problema, como ciertos inconvenientes médicos, medicamentos y otros trastornos del sueño. Sustancias como la cafeína, el tabaco y el alcohol también es posible que sean una causa.