Las poderosas frutas diuréticas que sirven para deshinchar rápidamente y combatir la retención de líquidos

La alimentación balanceada configura una de las claves para tener una vida saludable. Además de aportar valiosos nutrientes al ser humano, también previene el desarrollo de enfermedades no transmisibles.

Dentro de sus pautas para una dieta adecuada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda priorizar el consumo de frutas y verduras. Asimismo, sugiere limitar los alimentos demasiado altos en calorías.

“Comer al menos 400 g, o cinco porciones de frutas y verduras al día, reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética”, expone la OMS en su sitio web.

El consumo de frutas, además, ha sido relacionado tradicionalmente con tratamientos naturales para todo tipo de escenarios. Uno de ellos tiene que ver con los problemas de hinchazón o inflamación. Para ello, se recomiendan especialmente aquellas con efectos diuréticos, es decir, que estimulan la expulsión de líquido a través de la orina.

Según detallan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), los diuréticos ayudan al cuerpo a eliminar el líquido y la sal sobrante. Estos también se usan para tratar la presión arterial alta, el edema (líquido extra en los tejidos) y otras afecciones.

¿Qué es un edema?

Para comprender cómo funcionan los diuréticos, vale la pena tener claro qué es un edema. De acuerdo con la definición de la enciclopedia médica MedlinePlus, se trata de una hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. Suele ocurrir en los pies, los tobillos y las piernas, pero puede afectar otras zonas.

Entre las causas más comunes de edema figuran:

• Consumir demasiada sal.
• Quemaduras de sol.
• Insuficiencia cardíaca.
• Enfermedades de los riñones.
• Problemas hepáticos por cirrosis.
• Embarazo.
• Problemas con los ganglios linfáticos, especialmente después de una mastectomía.
• Algunas medicinas.
• Permanecer mucho tiempo de pie o sentado cuando hace calor.

Frutas diuréticas para tratar edemas

La medicina natural atribuye efectos diuréticos a ciertas frutas. En tal virtud, su consumo podría ser útil en el tratamiento de edemas. No obstante, es pertinente mencionar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico y que no todos los cuerpos reaccionan de la misma manera, por lo que su efectividad no está garantizada totalmente.

Dicho esto, antes de acudir a cualquier tratamiento alternativo, lo mejor es consultar con un médico de confianza.

La revista Mejor con salud recoge algunas frutas que poseen cualidades diuréticas, de manera que su consumo, acompañado de hábitos de vida saludable, podría ayudar a disminuir los problemas de hinchazón.

• Piña: esta fruta es especialmente rica en yodo, vitamina C, ácidos orgánicos y bromelina, una enzima que contribuye con la digestión. Además, destaca por su alto contenido de agua, lo que estimula la función renal y potencia la eliminación de líquidos.
• Sandía: es la fruta con mayor cantidad de agua, pues representa el 95 % de su peso. En cuanto a su aporte nutricional, destaca el potasio y la vitamina A.

• Tomate: otra fruta con alto contenido de agua. Según datos de la Fundación Española de Nutrición, posee proteínas, carotenoides y vitamina C. En virtud de sus cualidades, se le conoce como una opción natural para contrarrestar la retención de líquidos.

• Naranja, pomelo, limón y frutas cítricas: esta categoría de frutas posee una destacada cantidad de agua, de manera que su consumo ayuda a expulsar la retención de líquidos. En ese orden de ideas, son una solución natural a los edemas.
• Pera: destaca por su riqueza en agua y fibra, por lo que ayuda a mantener hidratado el organismo. A su vez, el consumo de esta fruta contribuye a eliminar los líquidos retenidos. Dentro de su aporte nutricional figura el potasio y la vitamina C.

Si bien el consumo de las frutas mencionadas previamente suponen un beneficio general para el organismo, es prudente tener claro que no sustituyen el tratamiento médico.