Billionaries Row - New York City 432
El rascacielos, ubicado en la conocida Billionaires' Row ,en Nueva York, ha sido un dolo de cabeza para sus inquilinos. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Estilo de vida

Las quejas de los multimillonarios de Nueva York por vivir en las alturas

Propietarios de uno de los rascacielos más caros de Manhattan se quejan de fugas de agua, grietas, huecos y otros problemas relacionados con edificios muy altos.

4 de febrero de 2021

La dirección 432 Park es una de las más importantes en la Gran Manzana. Y lo es desde hace una década porque allí se construyó uno de los rascacielos más altos y más caros del mundo. Está ubicado en la llamada calle de los billonarios, una serie de grandes torres cerca del Central Park que rediseñó el panorama de la ciudad. En ese momento cobró notoriedad por todas estas características, pero también porque todos sus 125 apartamentos se vendieron como pan caliente por un total de 3.100 millones.

Central Park
El edificio está ubicado en la avenida Park, cerca al costado sur del Central Park, en la llamada calle de los billonarios por la serie de edificios costosos en el vecindario. | Foto: Getty Images

Para dar una idea del lujo y la exclusividad de esta torre residencial de 426 metros de altura, su penthouse en el piso 96 se vendió en 2016 por 88 millones de dólares al magnate saudita Fawas Alhokair. Jennifer López y Alex Rodríguez compraron uno de 400 metros cuadrados por $15,3 millones en 2018, pero lo vendieron un año después.

Hoy vuelve a estar en la boca de todos por un informe reciente en el diario The New York Times en el que muestra cómo el rascacielos está presentando problemas que nadie imaginaría sucedieran en apartamentos cuyo precio promedio son 20 millones de dólares.

Las quejas de estos ricos son de vieja data, pero se habían mantenido en estricto secreto y solo se dieron a conocer públicamente con el informe del diario neoyorquino, que reveló con pelos y señales lo que está pasando. Una historia que bien podría ser parte de la serie Los ricos también lloran, y que muestra cómo, a pesar de que paguen fortunas por sus viviendas, eso no exime a los multimillonarios de tener una vida sin problemas.

Jennifer López y Alex Rodriguez JLO
Jennifer López y Alex Rodríguez compraron un apartamento en esta torre residencial, pero lo vendieron en 2018. California. (Photo by Frazer Harrison/Getty Images) | Foto: Getty Images

Entre las quejas están daños millonarios por inundaciones, problemas con el ascensor y paredes que chirrían como si se tratara de un barco en alta mar. Solo en 2018 hubo dos inundaciones ocasionadas por tubos que alimentaban agua a presión y que se rompieron. Una vez sucedió al nivel del piso 60 y otra vez en el piso 74. El agua llegó hasta el foso de los ascensores, lo que ocasionó que dos de ellos tuvieran que ser sacados de uso durante semanas.

Una de las inundaciones en el apartamento 84B causó estragos desde el piso 83 hasta el 86 al punto que en 2016 dañó la venta de una de las unidades que estaba negociada en 46,25 millones en 2016. Según The New York Times, el comprador era un miembro de la familia Beckmann, propietaria de la marca de tequila José Cuervo, quien demando a los inversionistas del edificio por no querer devolver 11 millones que había dado de depósito. El caso al parecer se arregló el año pasado.

También se quejan porque el edificio se mueve con el viento, lo cual es normal en los rascacielos. Sin embargo en los pisos más altos de estos edificios la fuerza del viento es mucho más violenta al punto que en ocasiones las personas quedan atrapadas en los ascensores por horas. El ventarrón lleva a que los tubos suenen cuando el aire fluye a través de los conductos y pasadizos, y en ocasión es tan fuerte que suena como si estallara una bomba.

Todo esto ha llevado a que tengan que invertir millonarias sumas en arreglos y enfrenten cada vez tarifas mas altas en los protocolos de aseguramiento de sus propiedades.

Estos problemas, según el diario, se deben al diseño, a la calidad de los materiales usados, pero principalmente al simple hecho de ser un edificio alto. Un problema para el cuales ellos parecían estar inmunizados.

Sarina Abramovich, una de las más antiguas inquilinas, tiene desde 2016 un apartamento de 325 metros cuadrados en un piso alto, por el cual ella y su marido Mikhail pagaron 17 millones de dólares. Esa, que sería su segunda casa, pues la primera está en Londres, ha presentado problemas desde el comienzo. Cuando se mudaron el apartamento no estaba listo y ella tuvo que subir a su casa en un ascensor de carga rodeada de “hierro, listones de madera y un obrero con casco de protección”.

Como si eso no fuera suficiente, el restaurante privado del rascacielos, que dirige Shaun Hergatt, un chef de una estrella Michelin, ha aumentado sus precios. En 2015, año de la inauguración del complejo, los propietarios debían pagar 1.200 dólares al año en este servicio, pero este año la cuota subió a 15.000 dólares. El problema, según ellos, es que por la pandemia solo opera en ciertas horas y ya dejó de ofrecer gratis el desayuno.

Las quejas que agobian a los supermillonarios del edificio 432 Park son muchas y han llevado a una peleas entre los inquilinos y a un rifirrafe de ellos con los constructores que hasta el momento se defienden diciendo que el edificio es uno de los mejores del mundo. No obstante, están dispuestos a colaborar con todos esos problemas. Mientras eso sucede, como dice Abramovich “aquí todo el mundo se odia con todo el mundo”. Y agrega que la mayoría quiere mantener las rencillas alejadas del público.

Pero tal vez ya es muy tarde para eso.