Vida Moderna
Las razones más comunes de la migraña y cómo manejarla para que deje de ser frecuente
Esta condición afecta el funcionamiento del cerebro, debido a que los estímulos neuronales se intensifican.
La migraña es una condición que ocurre frecuentemente y hace que estar tranquilo sea imposible. Los dolores en la cabeza son insoportables. Aquí le contamos por qué ocurre y cómo tratarla.
En primer lugar, el Hospital Universitario Vall Hebron de Barcelona en su informe Pailar la migraña explica que hay dos tipos de migrañas. Por un lado, está la episódica, la cual se presenta por máximo 14 días al mes. Luego está la crónica, que es una condición más compleja debido a que está presente 15 días o más al mes. Dependiendo de la frecuencia en la que se presenten los dolores, hay que tener en cuenta que hay una respectiva incapacidad:
- Entre 0 a cuatro días: Incapacidad baja, debido a que puede ser un dolor de cabeza normal y no algo más grave.
- Entre cinco a nueve días: Incapacidad moderada. Si bien es una migraña episódica, si se recomienda prestarle atención para no intensificarla.
- A partir de los diez días en adelante: Para este punto, la incapacidad ya es catalogada como severa, dado que entra en los límites de la migraña episódica para acercarse a la crónica.
¿Por qué es importante la incapacidad? Resulta que el tratamiento correspondiente depende de la frecuencia de la migraña, debido a que los días varían la manera por la cual gestionar su mejora. Otro de los aspectos que menciona el informe son los ataques de migraña, los cuales son los momentos que la condición más se intensifica. Al igual que la cotidianidad de la presencia, los ataques también son un elemento clave.
El punto de partida es que estos pueden durar entre cuatro a 72 horas, con puntos altos y bajos. Para saber a ciencia cierta cuánto durarán, no se puede debido a que es relativo. Las personas experimentan un dolor de cabeza intenso, pulsátil e impaciente, el cual empeora con el movimiento o si se está en contacto con luz o ruido. Además, cabe la posibilidad de tener auras sensitivas o de lenguaje.
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Aunque no aplica en todos los casos, la migraña es hereditaria. El informe señala que: “Puede que no te percates de tu predisposición genética a sufrir migrañas hasta que en algún momento de tu vida empiezas a tener las primeras crisis. Las personas entienden que son o no son migrañosas en función de los ataques que sufren. Si empiezan a sufrir crisis en la adolescencia y luego están 10-15 años sin tener ninguna piensan que la enfermedad se ha superado en ese tiempo, pero no es así. Su cerebro sigue siendo migrañoso, aunque no sean conscientes de ello”.
Por otro lado, el estudio también explica que, sumado a la predisposición genética, hay otros factores que aumentan el riesgo de sufrir migraña o experimentarla con frecuencia. Estos son: la obesidad, trastornos de sueño, sufrir fibromialgia o dolores crónicos y excederse con analgésicos.
Ya con toda la información teórica de la migraña, queda la incógnita de saber cómo manejarla. El informe señala que, por un lado, hay que tener en cuenta que el rendimiento de cerebro es diferente con esta condición, por lo que ahí es donde se ubica la afectación. “La migraña es una enfermedad neurovascular en la que el cerebro tiene dificultad para adaptarse rápidamente a los cambios bruscos. No es capaz de bloquear los sobre estímulos”, señala el estudio.
A modo de analogía, indican que el órgano funciona como un computador con muchos programas funcionando al mismo tiempo, entonces en algún momento se cansará y necesitará resetearse. La migraña es igual, es un cúmulo de estímulos nerviosos a la par. En ese orden de ideas, se recomiendan seguir las siguientes recomendaciones:
- Hacer ejercicio moderado.
- No abusar de analgésicos.
- Tomas medicamentos neuromodulares (en caso de experimentarla cinco días o más).
- Inyectarse moderadamente toxina botulínica: Para las personas con migraña crónica.
- Fármacos biológicos con anticuerpos monoclonares contra el péptido CGRP.
Aparte de esto, también se recomiendan los automasajes. Masajear diversas áreas de la cabeza puede ser muy útil. Si al apretar se nota mucha molestia en alguna zona, comenzar el masaje alrededor de ella e ir acercándose al punto crítico medida que disminuya el dolor. Cabe señalar que hay que mantener los ojos abiertos, hasta el punto que la intensidad del dolor lo permita.
También se le pueden adicionar masajes sobre el cuero cabelludo, dibujando con las yemas de los dedos círculos e ir presionando paulatinamente. A su vez, se puede tantear las zonas encima de la raíz del pelo, frente, sienes, entre las cejas y las clavículas. Si se tienen en cuenta estas recomendaciones, la migraña quedará en el pasado.