Las rodillas y la cadera también se afectan con el teletrabajo, según nuevo estudio

El médico ocupacional Rodolfo Rodríguez explicó que la falta de movimiento de algunos músculos, y el mantener la misma postura por un tiempo prolongado, pueden llevar a que se padezcan ciertas dolencias.

En diálogo con el portal El Comercio, el experto advirtió que inicialmente eran comunes las consultas por lumbalgia (dolor en la zona baja de la espalda), y posteriormente fueron las molestias a nivel del cuello y antebrazos.

Sin embargo, actualmente gran parte de las consultas son por molestias en la cadera, las rodillas, las pantorrillas y a las plantas de los pies, las cuales aumentan desde que comenzó a tomar fuerza el teletrabajo, debido a la pandemia del coronavirus.

En el Reino Unido, por ejemplo, un grupo de reumatólogos publicó un estudio que tenía como finalidad evaluar la forma en que el aislamiento afectaba a personas con enfermedades musculoesqueléticas.

El análisis detectó que los dolores musculares y articulares, que son consecuencia de estas enfermedades, empeoraron con las medidas de aislamiento debido a la falta de actividad física y las malas posturas al trabajar en sillas inadecuadas.

El 53 % de los participantes respondió que sus dolores se incrementaron notablemente, lo que genera preocupación entre los expertos, según el médico Aurelio Pino, docente de la Universidad UTE de Ecuador, pues advirtió que la falta de movilidad puede terminar en un acortamiento de los músculos isquiotibiales.

Posteriormente, esto podría traer como consecuencia una atrofia muscular, que puede afectar los músculos durante semanas y meses, dependiendo del grado de afectación del paciente.

De acuerdo con el especialista, los isquiotibiales son tres músculos que se encuentran en la parte posterior de los muslos, y son aquellos que permiten la flexión de la rodilla para realizar actividades cotidianas de desplazamiento como caminar, correr y brincar.

Estos van desde la cadera y terminan en los huesos de la pantorrilla, los cuales no presentaban molestias en muchas personas, puesto que hasta antes de la emergencia sanitaria las personas caminaban para tomar el bus, para reunirse con sus amigos en la cafetería del trabajo o simplemente subían y bajaban gradas.

Ese sedentarismo también aumenta el riesgo de padecer artrosis de cadera y de rodilla, al igual que la repetición de movimientos articulares.

“Aunque se trata de una enfermedad degenerativa, hay estudios que han comprobado que la falta de movimiento aumenta el riesgo de sufrir de artrosis”, explicó Pino.

“La ausencia de pausas activas complica incluso la circulan sanguínea. Las personas con riesgo de sufrir coágulos sanguíneos -por ejemplo- tienen prohibido permanecer con las piernas cruzadas, pues aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda”, agregó.

Por tal motivo, recomienda moverse dentro de la vivienda, lo que impulsaría una reducción hasta en el riesgo de padecer estreñimiento, lo que puede comprometer el sistema inmunológico.

Según los especialistas, las pausas activas deben realizarse cada 30 o 60 minutos. En el caso de las personas que pasan al frente del computador entre ocho y 12 horas no basta con dejar de teclear, es importante levantarse y estirarse.