Vida Moderna

Las tres vitaminas que se deben consumir para proteger el corazón

Tener buena salud cardiovascular evita el desarrollo de patologías relacionadas con este órgano vital.

Redacción Semana
29 de septiembre de 2023
La vitamina que previene infartos.
Las vitaminas que previene infartos. | Foto: Getty Images

Un término amplío que involucra los problemas con el corazón y vasos sanguíneos es la enfermedad cardiovascular (ECV). Especialmente ocurre cuando el exceso de grasa y colesterol se acumulan en las paredes de las arterias, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

De hecho, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y anualmente cobran la vida de aproximadamente 19,9 millones de personas. Estos problemas, que afectan el corazón y los vasos sanguíneos, engloban un variado espectro de patologías, incluyendo cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas, entre otras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La consultora de Nutrición Humana en BASF, Sandra Quintero, reseñado por el mewdio digital Peru21, dejó en evidencia, un estudio científico, el cual confirma “que la prevención se convierte en la única opción para evitar padecerlas. Para ello, la actividad física y sobre todo una buena alimentación se convertirán en los mejores aliados”.

Dentro de las opciones se encuentran el consumo de vitaminas y suplementos que ayudarán a mantener la salud del corazón dentro de una dieta diaria y saludable, evitando el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, así como contribuyendo con el fortalecimiento del organismo.

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La actividad física y una buena alimentación son buenos aliados para el corazón. | Foto: Getty Images

Vitaminas que se deben consumir para proteger el corazón

Vitamina K2

La vitamina K2 o menaquinona favorece la metabolización del calcio en los huesos y los dientes. Es una sustancia que juega un papel importante en la salud cardiovascular y ósea. Según información del portal Cuerpo Mente, esta vitamina, además de los huesos, protege el corazón. Una investigación de la Universidad Erasmus de Rotterdam sugiere que aumentar la dosis de K2 podría reducir a la mitad el riesgo de infarto.

Otro estudio de la Universidad de Atenas mostró que produce cambios positivos en la densidad ósea. La vitamina K2, explica el sitio web, es el resultado de la transformación de la vitamina K1, que se encuentra en los alimentos vegetales y es imprescindible en el proceso de coagulación de la sangre.

Vitaminas - Canas
La vitamina K2 es el resultado de la transformación de la vitamina K1. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Este nutriente aparece en diversos alimentos que si se incluyen a la dieta, suelen ser suficientes para cubrir un aporte correcto. Puede hallarse en carnes, huevo, leche entera, yogur, quesos, aceites vegetales y soja fermentada.

Vitamina B12

La vitamina B12, también conocida como cobalamina, es una vitamina esencial para el buen funcionamiento del cuerpo humano y sobre todo en la salud cardiovascular, ya que ayuda a reducir los niveles de homocisteína, factor de riesgo importante para el desarrollo de la aterosclerosis.

Anemia
Las vitaminas y minerales son clave para prevenir afecciones como la anemia. | Foto: Getty Images/iStockphoto
Vitamina E y los carotenoides

La vitamina E es un nutriente que todas las personas en el mundo necesitan para tener una buena salud. Este se encarga de funciones importantes, como la protección de las células contra el daño de los radicales libres, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la prevención de la coagulación de la sangre.

Sin embargo, existe la deficiencia de este nutriente, lo que lleva a padecer determinados problemas de salud. En ocasiones esto se debe a una dieta incompleta y poco equilibrada o una afección médica subyacente.

No obstante, la vitamina E suele obtenerse a través de una dieta balanceada. Naturalmente, se encuentra en alimentos como las verduras de hojas verdes, frutos secos, semillas y aceites vegetales.

  • Aceites de germen de trigo, girasol y cártamo.
  • Aceites de maíz y soya.
  • Los frutos secos (como maníes, avellanas y, en especial, almendras) y las semillas de girasol también se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina E.
  • Las hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli, contienen vitamina E.
  • Ciertos cereales para el desayuno, jugos de fruta, margarinas y productos para untar, entre otros alimentos, son fortificados con vitamina E agregada. Es importante leer la etiqueta del producto para saber si un alimento contiene vitamina E.

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