Vida moderna
Las vitaminas definitivas para lucir una piel suave y radiante
Las diferentes capas de tejidos requieren de un gran cuidado para garantizar su salud y su buen aspecto.
Mantener la salud y la vitalidad de la piel requiere de una combinación de consumo de nutrientes y vitaminas. Además, es necesario implementar una serie de buenos hábitos y cuidados para evitar afectaciones en los tejidos.
De acuerdo con la marca Centrum México, especializada en la comercialización de productos multivitamínicos, hay al menos dos vitaminas que son fundamentales para mantener el bienestar de la piel.
Por un lado, están la vitamina A y el betacaroteno, un pigmento que tiene el potencial de convertirse en esa vitamina, que puede ayudar a tener una piel suave y radiante.
“El betacaroteno y otros pigmentos rojos, naranjas y amarillos llamados carotenoides se consideran antioxidantes. Aportan aproximadamente el 50 % de la vitamina A necesaria en la dieta. La vitamina A es un nutriente esencial. Sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios ayudan a proteger las células del daño”, explica la enciclopedia virtual MedlinePlus, alimentada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
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La vitamina A, ha señalado Centrum México, puede ser muy útil para la piel, pues le permite al organismo reemplazar las células que ya tienen una edad avanzada y facilita el proceso de creación de nuevas células. Así mismo, puede tener efectos positivos en la elasticidad de los tejidos.
Entre otros alimentos que son buena fuente de vitamina A, MedlinePlus cita el hígado de res, el salmón, el aceite de hígado de bacalao, los huevos, los productos derivados de la leche (como el queso), los cereales fortificados, las zanahorias, los mangos, los melones, la espinaca y el brócoli.
Otro componente que puede ser útil para mantener el bienestar de la piel es la vitamina C. Según Centrum, mantiene protegidos los tejidos y conserva el colágeno, una proteína que favorece la elasticidad de la piel, por lo cual evita que se arrugue. También puede ayudar a que los tejidos se curen una vez sufren heridas o lesiones.
La vitamina C, además, es conocida como un antioxidante, es decir que sirve para neutralizar radicales libres que dañan las células. “La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento”, señala MedlinePlus.
Esta vitamina puede encontrarse sobre todo en frutas y verduras. Está presente con mayor frecuencia en alimentos cítricos como las naranjas, las toronjas, la piña, las fresas y el kiwi. No obstante, también hay buenas cantidades de vitamina C en frutas dulces como la papaya, la sandía y el mango.
Así mismo, es posible encontrar esta vitamina en el brócoli, las coles de bruselas, las espinacas, el repollo, la papa, los tomates y los pimientos de color rojo o verde.
De otro lado, Centrum advierte que el zinc y el selenio también pueden ser elementos claves para mantener una piel sana y esbelta.
El zinc, al igual que la vitamina C, favorece la producción de colágeno en el cuerpo, con sus consabidos efectos positivos para mantener la piel joven. Este oligoelemento puede ser necesario para distintas partes del cuerpo e incluso está relacionado con el buen estado del sentido del gusto.
“El cuerpo no almacena el exceso de zinc, por lo que debe obtenerse de la dieta”, señala MedlinePlus. Esa fuente también indica que este elemento puede ser útil en tratamientos contra el acné. El zinc se encuentra en proteínas animales como las carnes rojas, pollo y pescado.
Mientras tanto, el selenio está asociado a la protección de la piel contra los rayos del sol, cuya exposición en exceso puede causar distintas afecciones en los tejidos e incluso la aparición de células cancerosas.
Se pueden consumir cantidades sanas de selenio a través de algunos frutos secos, mariscos, huevos, ajo y carnes rojas.
Vale anotar que si bien hay suplementos vitamínicos y medicamentos en los cuales se encuentran estas vitaminas y nutrientes que tienen efectos positivos en la piel, lo mejor es consultar con un profesional médico antes de empezar a consumirlos.