Vida moderna
Las vitaminas que cuidan la visión
La falta de ciertas vitaminas y nutrientes en la dieta diaria puede aumentar el riesgo de padecer de ciertas afecciones oculares como fatiga visual, cataratas, degeneración macular y pérdida de visión.
Sin duda, la alimentación hace parte fundamental de la vida de las personas. De hecho, existe un dicho que dice: ‘el cuerpo es lo que consume’. De ahí a que varios problemas de salud tengan una estrecha relación con lo que ingiere el organismo.
Pero, ¿afectaría también a la salud ocular? Una dieta con importantes carencias nutricionales, además de ser perjudicial para todo el cuerpo en general, también tiene efectos muy negativos sobre la salud de los ojos.
En concreto, la falta de ciertas vitaminas y nutrientes en la dieta diaria puede aumentar el riesgo de padecer de ciertas afecciones oculares fatiga visual, como cataratas, degeneración macular y pérdida de visión, entre otras, según el magacín Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar.
Tendencias
“El hecho de llevar una dieta adecuada puede mejorar la visión hasta en un 30 por ciento. Los alimentos más aconsejables son los que contienen vitaminas A, E, C, B2 (riboflavina) y luteína. Entre los menos recomendables están las carnes rojas, el alcohol, los embutidos y los que tienen niveles elevados de grasas saturadas”, explica el doctor José Antonio Parejo, oftalmólogo y director de IMQ Visión, de Madrid.
Vitaminas para una buena salud ocular
Vitamina A
- Este nutriente es muy beneficioso por su capacidad antioxidante, que es capaz de crear fotorreceptores en la retina que hacen posible que los ojos se mantengan saludables y en perfecto estado.
- Además, se ha señalado que la falta de esta vitamina puede conllevar el padecimiento de reducción de la visión, sequedad en los ojos, inflamación de párpados y úlceras en las córneas. También, es gran aliada para prevenir la degeneración macular y las cataratas.
- La vitamina A, que se encuentra en los productos lácteos, huevos, pescado o hígado, y ayuda a mantener sana la conjuntiva; también contribuye a la formación de la rodopsina, un pigmento rojizo sensible a la luz que se encuentra en los bastones retinales, según el portal de salud CuídatePlus.
- Por otro lado, se puede encontrar grandes cantidades de vitamina A en alimentos como la zanahoria, la calabaza, los vegetales de hoja verde, el hígado, el albaricoque, el mango, el melón, el tomate, etc.
Vitamina B2
- La vitamina B2 o riboflavina es otro de los nutrientes que no debe faltar en la dieta para mantener una vista sana y evitar daños o afecciones oculares.
- En concreto, es excelente para mantener la humedad de la superficie de los ojos, favorecer la posición de la córnea y proteger la vista de enfermedades degenerativas como las cataratas.
- Las deficiencias de vitaminas del complejo B pueden contribuir a un aumento de la sensibilidad a la luz y a la inflamación ocular, según el magacín Mundo Deportivo en su sección de salud y bienestar.
- Esta vitamina se puede encontrar en alimentos como las verduras, los lácteos, la carne de cerdo, ternera, o cordero, el germen de trigo, cereales integrales, levadura de cerveza y frutas como el aguacate.
Vitamina C
- En el caso de la vista, es muy necesaria para proporcionarle a los ojos los nutrientes que necesitan para mantenerse sanos e impedir la degeneración macular. Por esta razón, se ha confirmado que la vitamina C ayuda a reducir el riesgo de tener cataratas.
- Está presente en alimentos como los frutos cítricos (mandarina, naranja, limón, pomelo), el kiwi, las fresas, las verduras de hoja verde, los tomates, los pimientos, etc.
Vitamina E
- Su capacidad de aportar protección a las células frente al estrés oxidativo hace que sea perfecta para prevenir enfermedades oculares como la degeneración macular y las cataratas.
- Se puede encontrar en los frutos secos, los aceites vegetales, los vegetales de hoja verde, el hígado, el aguacate, el mango, las ciruelas y el coco, y cereales como el centeno, el trigo, la avena y el arroz.
Por último, la luteína es una de las mejores aliadas en la prevención de la degeneración macular. Esta sustancia pertenece al grupo de los carotenoides y está presente en las espinacas y la yema de huevo.