Vida moderna
Lavar frecuentemente el brasier, evita infecciones bacterianas en la zona
Al no lavar regularmente el brasier, causará molestias que van más allá de las manchas y el mal olor, pues puede derivar irritaciones en la piel
Más de una mujer en la vida habrá tenido que utilizar el mismo brasier en repetidas ocasiones antes de lavarlo, ya sea porque es el favorito, no tiene otro o por simple pereza.
No obstante, esta práctica puede tener efectos negativos considerables para la salud y así lo afirman los expertos. Como explican desde el portal Salud 180, que comparte información de salud y bienestar, la falta de limpieza de los brasieres puede ocasionar que se acumulen hongos, bacterias y otros elementos que propicien el mal olor y la irritación.
Como sea, no es conveniente esperar a que la suciedad sea evidente. Si bien no siempre se nota a simple vista, la ropa acumula células muertas, microorganismos y residuos de sudor que facilitan el desarrollo de infecciones y molestias cutáneas.
Los brasieres son una de las prendas íntimas más usadas por las mujeres; además, aportan estética, sensualidad al busto y contribuyen con el bienestar. Según un artículo de Hunimed University sugiere que utilizarlo mejora las postura y ayuda a la prevención de problemas en la columna.
Sin embargo, hay que brindarles los cuidados adecuados, prestar atención a la frecuencia del lavado, ya que es un prenda que tiene contacto directo con una zona de la piel donde hay acumulación de sudor y de bacterias.
En una publicación de la Clínica Cleveland, el dermatólogo Alok Vij explica que mantener el sostén “saludable”, implica equilibrar el cuidado de su tela con la eliminación de los residuos de sudor y aceite de la piel. También mencionó: “Todas las células muertas de la piel, los aceites y el sudor atrapados debajo del sostén crean un pozo negro de bacterias y levaduras”.
Es por esto, que al no lavar regularmente el brasier, causará molestias que van más allá de las manchas y el mal olor, pues puede derivar irritaciones en la piel, erupciones cutáneas e incluso, infecciones bacterianas y fúngicas.
Por otra parte, la prenda se debe lavar luego de cada uso si estuvieron expuestos al sudor, pero si se utilizaron apenas unas horas al día y no hubo sudoración profusa, es posible repetir su empleo sin inconvenientes.
El doctor Vij indicó: “El lavado puede realizarse luego de dos o tres usos. Un poco más, si la prenda se usó solo en un momento puntual”.
Una buena idea es rotar los sostenes para evitar que sus copas y sus tirantes se dilaten o pierdan elasticidad por el calor corporal, es decir, en lugar de colocarse el mismo por dos o tres días seguidos antes de lavarlo, se alternan con otro.
Cabe recordar que, durante la práctica de actividades deportivas se suele expulsar más sudoración; además, el ambiente cálido crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. Por tal razón, lo mejor es limitar su uso a una sola puesta.
Lo más recomendable es lavarlos a mano. Aunque, con algunos cuidados es posible que los pueda introducir a la lavadora. Así los puede lavar:
- Emplea productos para prendas delicadas. Es decir, opta por un jabón suave o neutro. Las fórmulas muy fuertes pueden acelerar el deterioro de la prenda.
- Separa por colores. Como ocurre con el resto de la ropa, hay que evitar lavar al mismo tiempo los de colores con los blancos.