VIDA MODERNA

Le amputan la pierna a una joven tras una fiesta con amigos en un jacuzzi

La historia de Lauren Briggs causa conmoción en Europa. La joven perdió su pierna derecha y los dedos del pie izquierdo.

15 de mayo de 2021
Amputan la pierna a una joven tras una fiesta con amigos en un jacuzzi

Lo que empezó como una apacible noche con amigos terminó en tragedia para Lauren Briggs, una joven de 25 años residente del condado de Essex, en Reino Unido, quien ha protagonizado titulares de prensa en todo el mundo por las insólitas circunstancias en que perdió una de sus piernas.

Todo empezó el pasado mes de abril, cuando la joven visitó la casa de una amiga para relajarse en una bañera de hidromasaje durante una fiesta. Al día siguiente, Lauren se despertó con dificultades para respirar y de inmediato fue llevada a un hospital cercano.

En la unidad de urgencias fue diagnosticada con septicemia meningocócica, una infección bacteriana de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.

Según expertos, esta puede causar importantes daños cerebrales y es mortal en el 50 por ciento de los casos no tratados.

Por eso, los médicos decidieron actuar rápido para evitar que las bacterias en su sangre se multiplicaran por todo su organismo. Lucharon por salvarle la vida y se vieron obligados a amputarle la pierna derecha por debajo de la rodilla, así como los dedos de la pierna izquierda.

El diario The Sun, del Reino Unido, indicó que la joven no sabía a ciencia cierta qué había causado su mal estado de salud y comentó a los médicos que la atendieron sobre la fiesta en el jacuzzi.

Lauren se sorprendió al enterarse de que la bañera de hidromasaje pudo haber sido la causa de su infección, pues pudo haber contraído meningitis a través de un pequeño corte que tenía en uno de sus pies.

“Me fui a dormir esa noche sintiendo un poco de náuseas y un amigo me encontró en las primeras horas de la mañana siguiente jadeando en el suelo sin poder respirar”, contó a la prensa local.

Según comentó, los médicos hicieron múltiples injertos de piel de su muslo izquierdo para intentar salvar su pierna derecha, “pero al final no pudieron salvarla, tuvieron que amputármela para salvarme la vida”.

La madre de la joven, Tracey, explicó que se enteró de la situación cuando estaba en su casa esperando a que Lauren regresara de la fiesta.

La mujer, de 58 años, señaló que ni siquiera reconocía a su hija porque estaba hinchada y su piel se tornó azul.

“Pensé que me habían llevado a la habitación equivocada; cuando la vi caí al suelo y le rogué a Dios que la salvara y que no la dejara ir (…) Es mi única hija, mi bebé y los médicos me dijeron que era poco probable que sobreviviera más de 48 horas”, señaló.

La mujer, sin embargo, no imaginó lo que pasaría a continuación. “Cuando me enteré de las amputaciones, volví a caer al suelo pensando en cómo esto afectaría su calidad de vida”.

Lauren fue dada de alta el 30 de abril y su vida ahora es completamente diferente. Ahora está recaudando fondos a través de internet pues se quedó sin su trabajo de recepcionista dada su condición y una nueva deficiencia del habla que surgió recientemente.

“No tenía ni idea de las amputaciones porque sentía que todavía tenía los dos pies, cuando levanté las cobijas y vi, quedé devastada”, comentó.

Su madre indicó que solían vivir las dos solas, “pero ahora ella tiene que permanecer en un alojamiento especializado donde pueda movilizarse con su silla de ruedas”.

Al respecto, Lauren dijo que se hospeda “en un albergue para madres y bebés porque no pude encontrar otro lugar donde quedarme”.

“Sólo quiero vivir una vida lo más normal posible; aún no tengo una pierna protésica. Se siente como si estuviera atrapada dentro de mi propio cuerpo y sólo quiero salir (…) Todo esto ha afectado drásticamente mi salud mental; mi vida está patas arriba”, agregó.

Según la Organización Mundial de la Salud, la bacteria que causa la meningitis se transmite de persona a persona a través de gotículas de las secreciones respiratorias o de la garganta.

La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado, como besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos de una persona infectada. El periodo de incubación medio es de cuatro días, pero puede oscilar entre dos y 10 días.

“Hay personas que son portadoras faríngeas de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente esclarecidas, pueden superar las defensas del organismo y propagarse al cerebro a través del torrente sanguíneo. Se cree que un 10 a 20 % de la población es portadora de la Neisseria meningitidis, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones epidémicas”, señala un documento de ese organismo.