Salud
Leche de soya: ¿quienes no deberían consumirla?
La leche de soya se ha vuelto cada vez más popular, principalmente como una alternativa a la leche de vaca, pero hay quienes no deberían consumirla.
En los últimos años, la leche de soya ha ganado terreno como una opción saludable y sostenible para aquellos que buscan alternativas a los productos lácteos tradicionales. Esta bebida vegetal se produce a partir de la soya y ofrece una serie de beneficios que han sido estudiados durante años.
Beneficios de consumir leche de soya
La leche de soya es una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que la hace ideal para vegetarianos y veganos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) afirma que la proteína de soya puede formar parte de una dieta saludable y puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas cuando se consume en lugar de proteínas de origen animal.
Además, la leche de soya es naturalmente baja en grasas saturadas y no contiene colesterol, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Esto la convierte en una opción adecuada para aquellos preocupados por la salud cardiovascular.
Por otro lado, la leche de soya también es rica en fitoquímicos y antioxidantes, como las isoflavonas, que pueden ayudar a proteger contra enfermedades crónicas. Según la Academia de Nutrición y Dietética de los Estados Unidos (AND), el consumo de alimentos ricos en isoflavonas de soya está asociado con una reducción del riesgo de ciertas enfermedades, como el cáncer de mama y la osteoporosis.
Lo más leído
Una combinación de una alimentación con soya y ejercicio puede ayudar a las mujeres a sobrellevar la menopausia con menos molestias, según la AND. Este alimento tiene componentes bioactivos que favorecen la salud de la mujer, como las isoflavonas, reduciendo los principales síntomas, como: bochorno, fatiga, sudor nocturno, cambios en el estado de ánimo, oscilaciones del humor, sequedad vaginal y dolores de cabeza.
¿Quiénes no deberían tomar leche de soya?
No todos son candidatos ideales para incluir la leche de soya en su alimentación. Los expertos en salud sugieren que ciertos grupos de personas deben tener precaución:
- Personas con alergia a la soya: aquellos con alergia a la soya deben evitar la leche de soya y otros productos de soya para prevenir reacciones alérgicas. La Academia de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) señala que la alergia a la soya es una de las alergias alimentarias más comunes en niños.
- Personas con hipotiroidismo no controlado: la leche de soya contiene compuestos conocidos como goitrogénicos que pueden interferir con la función de la glándula tiroides. Las personas con hipotiroidismo no controlado deben limitar su consumo de soya y consultar a un médico.
- Bebés menores de 12 meses: los bebés tienen necesidades nutricionales específicas durante su primer año de vida, y la leche de soya no es una sustitución adecuada para la leche materna o la fórmula infantil. Los pediatras recomiendan evitar la leche de soya en bebés menores de 12 meses debido a su contenido de fitatos y fitoestrógenos.
- Quienes no absorben minerales: la soya contiene fitatos, que son compuestos que pueden dificultar la absorción de minerales como el calcio, el hierro y el zinc. Esto puede ser una preocupación si la soya se consume en grandes cantidades y se depende en gran medida de ella como fuente principal de proteínas.
Como con cualquier cambio en la dieta, es importante consultar a un profesional de la salud o un nutricionista antes de incorporarla de manera regular en la alimentación, para asegurarse de que sea apropiada para las necesidades individuales.