CÁNCER
“Leucemia linfocítica crónica: Hoy hay tratamientos sin quimio para estos pacientes”
Este tipo de cáncer afecta sobre todo a adultos mayores, varones y caucásicos. SEMANA habló con el doctor Januario Castro, especialista en oncología de la Universidad de California, sobre por qué se ensaña con este grupo de población y cómo la inmunoterapia se ha convertido en una estrategia de ataque para controlarlo.
SEMANA: ¿Qué le sucede al organismo con este mal?
Januario Castro: El cáncer se divide en dos tipos grandes: los tumores sólidos, como el de próstata o el de pulmón, y los de índole hematológico, que son menos frecuentes y menos conocidos: leucemia, linfoma, mieloma. En este caso hablamos de una leucemia que, como su nombre lo indica, quiere decir sangre blanca. La cantidad de células blancas se expande exponencialmente. En lugar de tener 10.000 células blancas por milímetro cúbico, que es el límite máximo normal, estos pacientes pueden llegar a tener un millón. Y como en todo en medicina, hay subdivisiones. En adultos la más frecuente es la leucemia linfocítica crónica (LLC).
SEMANA: ¿Por qué esta enfermedad se diagnostica sobre todo en adultos mayores, varones y blancos?
J.C.: La respuesta corta es que no se sabe. Pero es una leucemia que se presenta más en hombres caucásicos, nórdicos, de países del hemisferio norte y por esa razón tal vez aquí la reconocemos menos, aunque se da. Esta leucemia linfocítica es crónica y quiere decir que se mueve relativamente despacio, que no es la urgencia de tratarla inmediatamente. Y las agudas son las que vemos en niños y jóvenes. En la mayoría de estos pacientes la media de edad es 70 años, entonces en la medida que la población se expande y crece hacia esta edad pues se ven estas leucemias con mayor frecuencia.
SEMANA: ¿Quiénes tienen más riesgo de padecerla?
J.C.: Entre los factores de riesgo que pueden existir hay un componente familiar: personas con parientes que hayan tenido la misma leucemia tienen entre 4 y 10 veces más posibilidades de padecer este cáncer que la población general. Existe un componente de pesticidas: las personas que fueron a Vietnam, que estuvieron en contacto con el agente naranja tienen la tendencia de desarrollar más esta leucemia. Y en algunos casos la radiación y los solventes orgánicos se han visto implicados en esto.
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SEMANA: ¿Por qué entre sus síntomas están la anemia y los moretones?
J.C.: Como esta leucemia daña el funcionamiento normal de la médula ósea se empiezan a ver unas caídas de los números que normalmente manejamos en la sangre periférica. Las células blancas buenas ya no existen porque se remplazaron por las células blancas malignas, entonces tenemos infecciones. Las células rojas tampoco se están produciendo. Esta enfermedad se concentra en la médula ósea, esta se llena de esas células y su funcionalidad es nula. Las células rojas no existen, se da la anemia, las plaquetas se bajan. Y el paciente tiene moretones o hematomas.
SEMANA: ¿Qué otros síntomas son importantes?
J.C.: Esta enfermedad no solo se concentra en la médula ósea, sino también en los ganglios linfáticos. En el bazo, en el hígado. Entonces uno de los síntomas que los pacientes pueden tener es que los ganglios linfáticos, que están en la axila, en el cuello, en la ingle, se empiezan a agrandar y no como lo vemos cuando tenemos una infección pequeña. Estamos hablando de cosas que llegan a ser de tamaño de limones o naranjas. Hay pérdida de peso, fiebre, sudoración, cosas que no tienen explicación clara. No se inicia tratamiento si no se han detectado los síntomas, y la razón es que esta enfermedad no es curable.
SEMANA: ¿Cuál es el tratamiento que se utiliza hoy para atacarla?
J.C.: Hoy en día el número de pacientes que tratamos con quimioterapia es mucho menor. Esa historia que uno ve en la televisión o en las películas en que al paciente se le diagnosticó leucemia y entonces toca darle quimioterapia, perdió el pelo, pierde peso, está casi que se muere y finalmente revive y sale adelante… esa imagen que tenemos grabada más como de película del estereotipo del paciente tratado con leucemia se está revaluando completamente. Hoy en día hay tratamientos libres de quimioterapia, tratamientos orales, pastillitas que el paciente se toma. Estos tratamientos incentivan la actividad del sistema inmune para que este tome cargo de la enfermedad y terapias altamente evolucionadas como manipulaciones de células inmunes del paciente que se infunden nuevamente al paciente para que contribuyan a esa labor del sistema inmune. Mucho de lo que aprendemos en esa enfermedad tiene aplicabilidad en otras áreas de la oncología.
SEMANA: ¿Cuál es la expectativa de vida?
J.C.: Depende del grado de compromiso y de lo que llamamos los factores pronóstico. Entonces si el paciente tiene muchos síntomas el promedio de vida es entre 4 a 5 años. El paciente que tiene solo un ganglio aumentado, que se le hizo un diagnostico incidental porque tiene un poquito de elevación de células blancas pero no tiene ni anemia ni problemas con plaquetas es un paciente que está en un estadio más temprano puede tener una expectativa de vida superior a los 10 años. Hay diferentes tipos y subtipos dentro de la misma leucemia.
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SEMANA: Hay dos sistemas de clasificación de pacientes, el Rai y Binet ¿en qué consisten?
J.C.: Es un historia interesante, pero para resumirla, son los nombres de dos investigadores, uno estadounidense y el otro francés. Tuve la fortuna de conocerlos a ambos. El doctor Rai es de origen hindú y trabaja en Nueva York, y el doctor Binet trabaja en París. Lo curioso es que independientemente llegaron a la misma conclusión. Esto fue a finales de los setenta donde con elementos muy básicos, concluyeron que los pacientes se podían dividir en diferentes estadios. Rai dijo que iban del estado uno al cuatro, donde el uno es que no tenía muchos síntomas y el último que presentaba muchos síntomas. No solamente es la descripción clínica sino que ese estadio está ligado al pronóstico de los pacientes. Binet llegó a las mismas conclusiones y lo subdividió en estadio A, B Y C. Muy parecidos y basados en elementos muy básicos. Hoy en día, 40 años más tarde, todavía los utilizamos.
SEMANA: ¿Desde hace cuánto se conoce esta enfermedad?
J.C.: Empieza a tomar relevancia en la medida de que la población tiene mejor acceso a control médico. Generalmente se diagnostica por una prueba de sangre, donde se puede ver esa cantidad de células blancas aumentadas. Y segundo, pienso que se está reconociendo más es porque nuestra población en general es adulta mayor. La población se está agrandando en ese rango de edad.