Vida Moderna
Licuado con fresa para mejorar la digestión
El consumo de estas frutas debe estar supervisado por un especialista, para evitar afectar tratamientos que se estén llevando a cabo.
Las fresas se destacan por el alto contenido nutritivo que tienen. Son una de las frutas más conocidas y versátiles, pues se pueden consumir solas, en postre, en batido, en jugos, ensaladas y hasta con chocolate.
Además de su aporte vitamínico, se destacan por sus propiedades diuréticas, antiinflamatorias y depurativas. Se trata de una fruta rica en antioxidantes y minerales como manganeso, magnesio y potasio. Además, tiene vitamina C, B2, B3 y ácido fólico, contiene fibra, cerca del 90 % es agua y es baja en azúcar.
Por otro lado, gracias a que son ricas en flavonoides, estas podrían ayudar a combatir la oxidación y el deterioro cognitivo. De acuerdo con una publicación realizada en la revista académica Critical Reviews in Food Science and Nutrition, estas frutas también son ricas en vitaminas E y A.
Todas estas propiedades hacen de este fruto un alimento que contribuye a mejorar la salud. Uno de sus grandes beneficios es ayudar con la digestión, pues este alimento posee fibra dietética que ayuda a mejorar el movimiento intestinal, favoreciendo la digestión y evitando el estreñimiento.
Para aprovechar las propiedades de la fresa, en este sentido, es posible preparar un batido. El portal especializado en alimentos GastoLab explicó que para su realización se necesitan:
- Un cuarto de taza de hojuelas de avena.
- Media taza de agua
- Una taza de leche de soya
- Una taza de fresas
- Una pizca de canela
Procedimiento:
1. Dejar la avena en remojo durante 15 minutos para hidratarla.
2. Lavar las fresas y cortarlas en trozos.
3. Llevar todos los ingredientes a la licuadora.
4. Procesar hasta que se obtenga una mezcla homogénea.
5. Si queda muy espeso, es posible agregar un poco más de leche.
Además de lo anterior, el portal especializado Mejor con Salud listó una serie de favores que hace el consumo de fresas al cuerpo humano y que, por lo tanto, previene la aparición de enfermedades agudas o crónicas:
- Son hidratantes: cada 100 gramos de fresas tienen 32 calorías y tiene poco menos de 90 % de agua. Esto la posiciona como de las frutas más favorables para la hidratación del cuerpo, contrarrestando así, la pérdida de líquidos que se pueden producir, por ejemplo, en climas cálidos.
- Protegen la salud visual: gracias a que las fresas poseen luteína y zeaxantina, la salud de los ojos se mantiene a raya. Estos dos compuestos son antioxidantes que se suman a la vitamina C que tiene el fruto y disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades como cataratas.
- Mejoran la salud de la piel: el portal experto en salud, Mejor con Salud, asegura que sus compuestos activos ayudan a regular los niveles de azúcar en la sangre y aportan al organismo beneficios para el cuidado de la piel cuando se trata de luminosidad, hidratación, tratamientos para el acné y más.
- Previenen las enfermedades cardiovasculares: la Fundación del Corazón, una organización sin ánimo de lucro, recalca que las fresas poseen flavonoides, compuestos que favorecen la dilatación de las arterias y regulan la presión arterial.
- Ayudan a mejorar el estado de ánimo: los frutos rojos ayudan a controlar la ansiedad, pues son ricos en antioxidantes, por lo que resultan ideales para combatir esta sensación de estrés. Entonces es importante incluir en la dieta el consumo de moras, fresas, arándanos y frambuesas.
- Combaten el estreñimiento: las fresas, moras, arándanos y cerezas son buenos para combatir el estreñimiento. Se trata de frutos ricos en antioxidantes y que ayudan a mejorar, no solo el tránsito intestinal, también el proceso digestivo.