Vida Moderna

Licuado de piña y sábila para perder peso: así se prepara

La pérdida de peso puede darse más rápido en unas personas que en otras.

20 de agosto de 2022
La piña goza de diversas propiedades nutricionales.
La piña goza de diversas propiedades nutricionales. | Foto: Getty Images

Bajar de peso es el deseo de muchas personas y por ello, a diario, las personas buscan dietas rápidas para perder peso, pero para observar cambios hay que hacer modificaciones en la alimentación y en el cuidado físico, como realizar ejercicio.

De todos modos, existen bebidas que ayudan a acelerar el proceso por sus propiedades diuréticas y saciantes, pero estas deben acompañarse de una alimentación balanceada y saludable que incluya grasas, proteínas, carbohidratos, frutas y verduras.

Así las cosas, el portal Adelgazar en Casa señaló que el licuado de piña cumple los beneficios mencionados y por ello, para prepararlo hay que licuar dos rodajas de piña con media sábila, un pepino mediano cortado en trozos y el zumo de una naranja.

No obstante, antes de consumir el licuado, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Ahora bien, existen otras recomendaciones generales que son ideales para bajar de peso, como:

  • Comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas diariamente.
  • Reemplazar los granos refinados por cereales integrales.
  • Comer cantidades moderadas de grasas saludables: los recomendados son aceite de oliva, aceites vegetales, aguacates, nueces, mantequillas de nueces y aceites de frutos secos.
  • Reducir el consumo de azúcar tanto como sea posible, excepto el azúcar natural de la fruta. La ingesta diaria de azúcares libres debe ser menos del 10 % de calorías totales, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total.
  • Elegir productos lácteos bajos en grasa: lo ideal es que el consumo de carne magra y carne de ave de corral magra sea en cantidades limitadas.
  • Hacer ejercicio: Los ejercicios de cardio, también conocidos como ejercicios aeróbicos, son los más implementados cuando se busca quemar calorías y reducir el peso corporal. Sin embargo, los que involucren pesas ayudan al cuerpo a quemar grasa mientras se construye masa muscular, lo que también funciona para acelerar el metabolismo.

No obstante, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio; por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir los objetivos diarios y las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos. Aquí están incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad. Igualmente, un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

  • Tomar agua. Este líquido acelera el metabolismo, genera saciedad y adicionalmente hidrata el cuerpo. No obstante, de acuerdo con Mayo Clinic, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros.
  • Dormir bien: La mayoría de los adultos necesita de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental.
  • Reducir el consumo de sal: Esto ayuda a que se retengan líquidos.
  • Masticar bien: Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
  • Comer cinco veces al día, pero porciones pequeñas para no exceder el consumo de calorías: Es importante tener en cuenta que la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.

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