Vida Moderna
Limón: así se puede consumir para aumentar el colágeno en el cuerpo
Es necesario conocer los tipos de la proteína, para después proseguir con los beneficios de la fruta cítrica y la forma de ingerirla.
Cuidar de un órgano dinámico como lo es la piel es una acción que demanda tiempo, pero también conocimiento para emplear prácticas relacionadas con el consumo de frutas cítricas. Entre las más populares, se encuentra el limón.
Teniendo en cuenta datos recopilados en el blog Vitónica, el tiempo trae consigo cambios en la piel, por eso es necesario aumentar la presencia de colágeno en el cuerpo.
Para los expertos, una de las causas por la que la piel pierde estabilidad, flexibilidad y agarre es debido a la carencia de la proteína de colágeno. La organización Kids Health explica que esta también actúa en otras zonas como el pelo, las uñas, los huesos y demás.
Así las cosas, el mencionado gremio, enfocado en la salud de los niños, da a conocer los tipos de colágeno que se encuentran en el organismo:
- De tipo I: proteína ubicada en los huesos y tendones.
- De tipo II: está en el cartílago “el material flexible de la nariz, las orejas y las articulaciones”.
- De tipo III: se encuentra en la piel, en el revestimiento de los vasos sanguíneos y en los intestinos.
Respecto a la última clasificación, específicamente abordando el tema de la piel, el limón es una buena opción para aumentar el colágeno. No obstante, también podría actuar en los otros tipos.
De acuerdo con la revista Elle, el zumo de limón es reconocido por ser un potente activo de la estimulación y producción de colágeno. Los conocedores del tema consignan que la principal razón por la que esta fruta ácida entra en el grupo de la mencionada proteína es debido a su composición, puesto que se trata de un alimento rico en vitamina C.
“El limón contiene Vitamina C, que ayuda a estimular la producción de colágeno”, explican los especialistas.
En una investigación, de hace una década y otras publicaciones, relacionan al limón como una alternativa antienvejecimiento. Sumado a esto, un estudio que aparece en el repositorio de la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) dice que “una mayor ingesta de vitamina C se asoció con una menor probabilidad de aparición de arrugas y sequedad senil”.
Por su parte, la revista Vogue dice que uno de los productos tendencia que hoy en día se suele adquirir es el colágeno en polvo, pero para las personas que desean tener más beneficios el limón resulta ser el aliado más óptimo.
Especialistas sobre el tema de la salud y la estética dicen que el colágeno que brinda un vaso de limonada por sí solo podría ser efectivo, más aún si se combina con otros ingredientes verdes podría tener mayor potencia en la estimulación de la proteína, según la farmacia Meritxell.
La denominada limonada ‘green’ -verde- representa una forma natural de ingerir colágeno; una combinación del tradicional polvo de la proteína y el limón, explican los expertos.
Por otra parte, en general, el colágeno se distribuye en todo el cuerpo, de acuerdo con los tipos que se han mencionado, así que el portal Terra recalca el beneficio de la producción de esta proteína para la salud con la ayuda del limón, y esta fruta podría ser de consumo diario en forma de limonada.
La preparación de una limonada es relativamente fácil y económica.
Para un litro de la bebida natural, tan solo se necesitan cuatro limones medianos, una cucharada de azúcar -preferiblemente orgánica o endulzante natural, como stevia-, un litro de agua y cubos de hielo al gusto.
Paso a paso: en una licuadora, agregar los limones posteriormente pelados y tratando de quitarle la parte blanca que se encuentra abajo de la cáscara; luego, incorporar medio litro de agua y mezclar por tres minutos; después, colar y echar la limonada de nuevo al vaso de la licuadora; para terminar, agregar el otro medio litro de agua con los ingredientes faltantes, combinar y servir al gusto.
- Nota: antes de considerar tomar limonada todos los días para producir colágeno en el cuerpo, se recomienda acercarse a una institución médica para que los expertos en salud y nutrición aprueben esta rutina; pues no todos los organismos son iguales, por lo que no reaccionan de la misma forma ante la ingesta de una receta casera.