SALUD
Lo que se debe tener en cuenta si el propósito es dejar de fumar
Solo el 30 % de las personas que quieren dejar el cigarrillo lo logran, con el tratamiento adecuado.
Dejar de fumar es una de las recomendaciones que las autoridades sanitarias hacen con mayor frecuencia, pues el tabaco suele ser el causante principal de cáncer en laringe, esófago, boca, pulmón, colon e hígado, entre otros. Además, la nicotina es uno de los componentes del tabaco y si se consume en grandes cantidades puede aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y el flujo sanguíneo, incrementando la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares.
La Sociedad Americana contra el Cáncer advierte que “la expectativa de vida para los fumadores es diez años menor que la de los no fumadores”. Dejar de fumar no es una decisión fácil de tomar, pero es el primer paso para devolverle vida al cuerpo.
La entidad destaca que las personas que dejan el hábito de fumar mientras están en la juventud pueden reducir en gran medida los riesgos que conlleva para la salud, mientras que si se logra antes de cumplir los 40 años de edad se reduce casi en 90 % el riesgo de fallecer a causa de una enfermedad relacionada con el hábito de fumar. “Dejar el hábito a cualquier edad puede regresarle años a su vida que de lo contrario perdería si continúa fumando”, destaca la entidad.
Entre tanto, el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia indica que distintos estudios científicos han encontrado que el 70 % de los fumadores manifiestan su intención de abandonar el consumo de tabaco, cerca de un 40 % intenta dejar de fumar cada año y solo un 30 % lo logra con el tratamiento adecuado.
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En diálogo con CuídatePlus, una plataforma de responsabilidad social de referencia en prevención y educación en salud, José Antonio Quintano Jiménez, miembro del Grupo de Respiratorio de la Sociedad Española de Medicina General (Semergen) y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), explica que hay un listado de tareas que pueden tener en cuenta las personas cuyo propósito es dejar de fumar, descritos por Quintano a continuación:
- Tener un diario sobre el plan a seguir en el camino para dejar de fumar.
- Pensar cada día en este reto y felicitarse por los objetivos conseguidos.
- Comunicar a allegados y amigos que se va a dejar de fumar.
- Aprovechar para realizar tareas pendientes que distraigan a la persona del tabaco.
- Apuntar el ahorro extra derivado de no comprar tabaco.
- Tener a mano infusiones, zumos, frutos secos o aperitivos saludables para los momentos de deseo de fumar y también enjuagues bucales.
- Evitar citas con los amigos fumadores, al menos durante los primeros días o semanas.
- Celebrar como un éxito la primera semana y el primer mes sin fumar.
- Practicar ejercicio, dentro y/o fuera de casa.
- Romper rutinas de la vida diaria que puedan asociarse con el tabaco.
- Hacer una limpieza profunda en la casa y en el carro para eliminar el olor a tabaco.
- Desprenderse de todo aquello que le recuerde a la persona el tabaco.
- Practicar técnicas de respiración profunda que aumentan la capacidad pulmonar, mejoran la ventilación y la oxigenación, y dan una sensación de calma y relajación.
- Pasado un tiempo, afrontar situaciones que se tienten a la hora de fumar y probar superarlas.
- Salir a pasear con frecuencia.
Sumado a los consejos en mención, la Sociedad Americana contra el Cáncer enumera otras sugerencias para superar la ansiedad de fumar:
- Recordar que las ansias pasarán.
- La persona debe evitar situaciones y actividades que solía asociar con fumar tabaco.
- Como sustituto de fumar, se puede intentar mascar zanahorias, encurtidos, manzanas, apio, goma de mascar sin azúcar o caramelos duros. Es posible que al mantener la boca ocupada se neutralice la necesidad psicológica de fumar.
- También se puede probar con este ejercicio: inhalar hondo por la nariz y exhalar lentamente por la boca. Se repite diez veces.
- Consultar con un médico sobre productos de reemplazo de nicotina u otros medicamentos.