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Los 7 mitos más populares sobre el metabolismo
La dieta ideal es la paleo, lo importante es contar calorias y otras mitos rondan en la mente de muchos. Estas son algunas de las creencias erróneas que tiene la gente acerca del metabolismo, el ejercicio y la dieta, según Herman Pontzer, autor del libro Burn
Para Herman Pontzer, autor del libro Burn, el metabolismo es parte de la obsesión por estar delgados. El problema para el antropólogo evolucionista, que ha estudiado el tema durante años, es que la mayoría tiene la ciencia del metabolismo equivocada. Como lo escribió el experto en la revista New Scientist, estos son algunos de esos malentendidos.
Mito 1: El ejercicio hace bajar de peso y acelera el metabolismo
Muchos creen que hacer más ejercicio tiene como resultado más pérdida de carlorías. Y en el plazo corto esto es así, pero los estudios revisados por Pontzer señalan que el metabolismo se adapta al punto que un individuo de una tribu cazadora y recolectora puede tener el metabolismo a igual velocidad que el de otro sedentario en Manhattan. Lo mismo sucede con su rutina de ejercicios. En estudios sobre ejercicio se ve que al principio los participantes bajan con el nuevo régimen pero luego esos logros disminuyen porque sus cuerpos se adaptan. “Parece que el cuerpo funciona para quemar cierto número de calorías sin importar el estilo de vida.
Mito 2: El ejercicio hace perder peso.
Tendencias
Una revisión reciente de 61 estudios relacionados con ejercicio, que en total suman una muestra de 900 personas, mostró que aún quienes logran incrementar la energía que queman en ejercicio no pierden peso. Aquí también la pérdida a veces se da al principio de un nuevo régimen de ejercicio pero se va diluyendo con el tiempo, y al año esta pérdida es apenas una pequeñísima fracción de eso. En un estudio, dice Pontzer a anera de ejemplo, un grupo de hombres y mujeres perdió 2.000 calorías por semana durante 16 meses. Tras 9 meses habían perdido 5 kilos y luego el cuerpo paró de bajar. Las mujeres no bajaron de peso. La razón es que cuando quema calorias, la gente come más pues de manera subconsciente el organismo lleva a regular su hambre y saciedad para que el gasto no sea mucho. “Que más espera de un organism que evolucionó para que cuando perdiera mucho peso lo protegiera”, dice Pontzer.
Mito 3: Si el ejercicio no baja de peso, mejor no hacerlo
Aun cuando la gente no baje de peso, debe hacer ejercicio porque los humanos por naturaleza deben moverse como si fueran cazadores y recolectores, aunque hoy pasen la mayor parte del dia sentados en reuniones. El ejercicio, dice Pontzer es bueno para el corazón, para prevenir el cáncer y para que el cerebro se mantenga sano. En su laboratorio Pontzer ha encontrado que el cuerpo responde al incremento de actividad fisica al hacer que se gaste menos en otros procesos como el sistema inmune y por eso reduce la inflamación que es un gran factor de riesgo para la enfermedad cardiovascualar. Además, la gente que hace ejercicio sufre menos de estrés porque el cuerpo responde al ejercicio bajando el nivel de hormonas como el cortisol y la adrenalina, que producen esa sensación.
Mito 4: Las calorías importan
Si come más de lo que quema esas carlorias extran se guardarán como grasa. Por eso la dieta es la principal razón por la cual la gente aumenta de peso. Sin embargo, Pontzer no cree en la cuenta de calorías como estrategia para bajarlo. “Según nuevos estudios en la ciencia de las dietas, cualquier le ayuda a bajar de peso si usted la hace al pie de la letra”, dice el experto. Si lo que quiere es bajar de peso, ecuentre una dieta que le ayude a hacerlo sin sentirse miserable. Pontzer die que las comidas altas en proteínas y fibra hacen sentir lleno al individuo. Una dieta de por vida es mejor que dietas intermitentes que no van a engañar al metabolismo humano de millones de años.
Mito 5: La dieta ideal es la paleo
Recientemente una dieta ha cautivado la atención de muchos: la paleo y consiste basicamente en emular las comidas de los ancestros. Aunque para Pontzer tiene sentido, esto no es recomendable porque, en primer lugar, nadie sabe exactamente cómo comian los diferentes grupos de poblaciones millones de años atrás. Segundo, esas dietas eran tan variadas como las de hoy, “con mucha variedad en los grupos y a través del tiempo en las proporciones de carney plantas, grasa y carbohidratos”. Algunas, especialmente de los indigenas en el ártico, eran basadas en carne, mientras que las de climas más cálidos se enfocaban en plantas. “Aun en el paleolítico vemos que había un balance entre carne y plantas en la dieta”, dice.
Mito 6: Un metabolismo lento lleva a la obesidad
La cantidad de energía que un individuo quema es diferente al de otro, pero esa variación no predice el peso de una persona. Aquellas con obesidad tienen el mismo gasto energético diario, en promedio, que las que son delgadas. Por eso el autor afirma que el aumento de peso y la obesidad no son producto de un metabolismo lento. Un factor que incide parece ser cómo están conectados los cerebros. Pero además, la amplia gama de alimentos procesados y modificados disponibles hoy abruma los sistemas de recompensa neuronal que evolucionaron para manejar alimentos silvestres y no procesados.
Mito 7: la obesidad y el aumento de peso son sinónimo de falta de voluntad.
El ADN no marca el destino y el acervo genético de hoy es esencialmente el mismo que el de la generaciones atrás, dice Pontzer. “Lo diferente es nuestro entorno alimentario: el acceso a alimentos específicos, estar rodeado de alimentos que nos llevan a consumir en exceso”. La batalla contra la obesidad a veces se ve como si fuera una prueba de fuerza de voluntad, pero la nueva ciencia metabólica dice lo contrario. “Las tiendas están repletas de alimentos ultraprocesados, cargados de azúcares y aceites añadidos, sinfonías de sal y dulce que abruman nuestros cerebros paleolíticos”. La obesidad no es una elección, dice Pontzer, pero eso no significa que nuestras elecciones no importen. Hay que empezar por sacar los alimentos ultraprocesados de la casa.