Vida Moderna
Los alimentos funcionales que ayudan a prevenir enfermedades, ¿cuáles son?
Estos productos suelen tener un calificativo de “enriquecidos”, lo que quiere decir, según el NCI, que tienen nutrientes que fueron agregados, ya que en su procesamiento los perdieron.
La cartilla “Guía de Alimentos Funcionales” de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) junto con el Instituto Omega 3 explican que los alimentos funcionales nacen a partir de la necesidad de encontrar un equilibrio nutricional, especialmente en los casos de personas que no tienen conciencia de la importancia de una dieta balanceada.
Lo anterior responde a la falta de tiempo que puede existir para cocinar y elegir efectivamente los alimentos, que junto con otros factores imposibilitan mantener un plan de alimentación equilibrado.
En dicha guía nutricional, las instituciones de salud señalan que los alimentos funcionales son aquellos que no solo aportan nutrientes, sino que colaboran en el buen funcionamiento del cuerpo. Incluso, aseguran que pueden prevenir la aparición de enfermedades.
La leche enriquecida
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que la leche es fuente de energía, grasas y proteínas, que tiene importantes nutrientes. Entre ellos se destacan:
- Vitamina B12: De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, esta vitamina cumple una importante función en el organismo, como lo es participar en la producción de glóbulos rojos y en el proceso de metabolismo de algunos alimentos.
- Magnesio: “Es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo”, señala la entidad. Sus funciones mejoran la actividad de los músculos y del sistema inmune, incluso tiene la capacidad de darle bienestar al corazón y a los huesos.
- Calcio: Según MedlinePlus, es un mineral que participa en la formación de huesos y dientes, que puede ayudar a prevenir el desarrollo de osteoporosis.
Sin embargo, se debe destacar que el agua es el principal compuesto de la leche y sus derivados lácteos de origen animal, como lo son la leche de vaca, de búfala, de oveja, de camella, de equino y de yak, precisa la FAO.
Yogur enriquecido
Como bien se sabe, el yogur es una bebida que se obtiene a partir de la fermentación de la leche, que, tal y como lo describe Tua Saúde en un artículo revisado por la nutricionista Tatiana Zanin, las bacterias son las que fermentan la lactosa -una enzima de la leche- y es allí donde se forma el ácido láctico.
El mejor yogur es el natural, ya que no es rico en aditivos que cambian su sabor, color o conservación.
Por esto, el consumo de yogur natural puede ayudar a reducir el riesgo de presión arterial alta comparado con el consumo de frutas y verduras que también la regulan, siendo las mujeres quienes obtienen este beneficio más que los hombres porque lo consumen más, de acuerdo con The Mirror, que cita los resultados de una investigación.
Huevo
El huevo es uno de los alimentos de la canasta familiar preferidos que acompaña los desayunos y cualquier tipo de comida en los hogares. Sin embargo, existe un debate sobre su regular consumo, por lo que Tua Saúde asegura que dentro de una dieta balanceada son muchos los beneficios que tiene este alimento, por ejemplo:
- Regular el colesterol: según el sitio web, tiene lecitina, que participa en el proceso metabólico, aumentando los índices de colesterol HDL que se considera bueno.
- Reducir la aparición de cáncer: gracias a las vitaminas A, D y E que lo componen, es una alimento rico en antioxidantes, mismos que eliminan los radicales libres que deterioran las células del cuerpo.
Sal
El alto consumo de sal se ve ciertamente vinculado con la presión arterial alta, por lo que la OMS sugiere consumir moderadamente sal yodada, que está ”enriquecida” con yodo, ya que contribuye en el buen desarrollo del cerebro de un niño o un feto, por ejemplo.
Finalmente, muchos de los anteriores alimentos, suelen tener un calificativo de “enriquecidos”. Esto quiere decir, según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que posee nutrientes que fueron agregados, porque en su proceso los perdieron: “Por ejemplo, pan, pasta y otros productos hechos de harina blanca a la que se le vuelve a agregar vitaminas B”, señala.
