Vida moderna
Los beneficios de las algas marinas y cómo consumirlas
Aportan poca grasa, muchos minerales, fibra, antioxidantes y proteínas de alta calidad.
Las algas presentan una gran riqueza de colores y formas, y crecen por todo el planeta. Incluso, desde hace muchos años se han utilizado para varias preparaciones de recetas gourmet. En la cocina, una sencilla manera de clasificarlas es según su color, rojo, verde o marrón, dependiendo a que profundidad crezcan y se encuentren sumergidas.
Aportan poca grasa, muchos minerales, fibra, antioxidantes y proteínas de alta calidad. Por eso, su consumo ha venido aumentando con el tiempo, debido a la última moda de los llamados “superalimentos”. La gente quiere alimentos que les ayuden a sentirse y verse mejor, perder peso y tener más energía, según Shallwellness Clinic.
Los superalimentos como las algas son los que proporcionan nutrientes esenciales mediante el consumo de pequeñas cantidades añadidas a la dieta sana habitual. Más no siempre significa mejor, hay que tener en cuenta que se debe ser conscientes de que consumir mucha cantidad alejará al cuerpo de objetivos saludables.
Beneficios de las algas
- Regula los niveles de colesterol.
- Mejora el tránsito intestinal.
- Fuente interesante de hierro.
- Acción antioxidante para procesos inflamatorios, estados de fatiga, situaciones de estrés o práctica deportiva exigente.
- Aumenta el sistema inmune.
- Fuente de vitaminas y minerales para situaciones de crecimiento, deporte, astenias…
- Fuente interesante de calcio, fósforo y magnesio para reforzar el sistema óseo y dental.
- Papel protector sobre mucosas del estómago e intestino ayudando a las digestiones y mayor sensación de saciedad.
Además, las algas marinas son ricas en nutrientes, de hecho, el contenido es en general superior al de las plantas terrestres. Contienen vitamina A,C, D, E, B1, B2, fósforo, potasio (lo que da a las plantas su sabor salado y no el sodio como muchos creen).
También tienen alto contenido en minerales, un 36 % del peso seco más o menos. Dentro de los macro minerales se incluyen el sodio, calcio, potasio, cloro, sulfuro y fósforo. Y en cuanto a micro elementos destacan el yodo, hierro, zinc cobre, selenio, molibdeno, flúor, manganeso, boro, níquel y cobalto, según el portal Mapfre, en su sección de salud y bienestar.
Nutrientes
- Proporcionan bastante fibra, pudiendo variar de 36-60 % de su materia seca. Especialmente la fibra soluble en comparación a otros vegetales terrestres. Por lo tanto, no son una buena fuente de hidratos de carbono disponibles.
- Las algas también contienen compuestos bioactivos de alta capacidad antioxidante como los caroteinodes y polifenoles que provienen de los pigmentos naturales de estas.
- Tienen bajo contenido de lípidos, sobre un 1-5 %. La proporción de ácidos grasos esenciales en algas es mayor que en plantas terrestres. Destaca el contenido en ácido eicosapentanoico (EPA) y docosahexahenoico (DHA), de la familia de los omega 3.
¿Cómo consumirla?
En la cocina con algas es básico usar poca cantidad, ya que son un alimento muy concentrado. Además, con apenas unos gramos (4 o 5 gramos) se obtiene un gran aporte de minerales y vitaminas, según el portal especializado en salud y bienestar, Cuerpo y Mente.
Reemplaza el marisco
- El marisco está excluido de las dietas vegetariana y vegana, y muchas variedades están altamente contaminadas, debido a que actúan como filtros del agua marina.
- Además está entre las principales causas de alergia alimentaria.
- Por eso, las algas son la alternativa sana al marisco. Pocos alimentos transmiten la sensación fresca y yodada del mar como sus habitantes primigenios, las algas.
Para ensaladas y smothies
- Se puede remojar lechuga de mar (su nombre se lo da su parecido con la lechuga terrestre), dulse, arame o wakame y aliñarlas con vinagretas de sabor profundo (con mostaza o especias).
- Dado lo intenso de su sabor (y también lo concentrado de sus propiedades) se puede servir este tipo de ensaladas en pequeñas porciones, como guarnición.
Las perfectas aliadas de las legumbres
- Las algas más duras y de sabor más intenso (como hiziki o kombu) son ideales para estofados, curries, platos especiados e invernales, a los que aportarán su fondo de sabor.
- Se puede preparar, por ejemplo, un curry de lentejas e hiziki o un estofado con kombu. De hecho, las algas hacen que las legumbres queden más tiernas y que se asimilen mejor, por lo cual es bueno añadir alguna hoja al agua de cocción.
Algo para el fin de semana
- Se pueden freír para hacer un atractivo aperitivo (crujientes de kombu o nori con pimienta u otras especias). Por su textura y sabor, quedan muy bien en hamburguesas vegetarianas.
- Se pueden emplear en chutneys con frutas secas (de higo y mostaza, por ejemplo) e incluso elaborar un delicioso pesto de lechuga de mar y piñones, con el que aderezar platos de pasta.
- Las algas también se pueden añadir a fermentados, encurtidos y pickles, pues combinan perfectamente con la acidez de las verduras.