Los beneficios para el cuerpo de consumir leche de avena

La avena es considerada uno de los cereales más integrales en el aporte de beneficios al organismo. Contiene fibra, proteínas, minerales y carbohidratos que ayudan a mejorar condiciones de salud.

Por ejemplo, puede reducir los niveles de colesterol y de azúcar en la sangre, además de controlar el apetito al hacer que la persona se sienta llena, según indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En el caso particular del salvado de este cereal, este podría funcionar evitando que el intestino absorba sustancias que pueden provocar enfermedades cardíacas, colesterol alto y diabetes. También se usa para ayudar con afecciones como la presión arterial alta, el cáncer, la piel seca y muchas otras condiciones, aunque la mencionada fuente indica que hace falta más evidencia científica que respalde algunos de estos usos.

Información de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), indica que la avena es un alimento rico en proteínas, vitamina E y otras del complejo B como la tiamina, la riboflavina y el ácido fólico. También es fuente de fibra, zinc, calcio, hierro, fósforo, magnesio y grasas insaturadas. Además, es rica en antioxidantes.

En cualquiera de sus presentaciones, los especialistas recomiendan incluir este alimento en la dieta diaria. Una de las formas de consumirlo es como leche de avena, que es el líquido que se obtiene de los copos de este cereal, luego de haber sido remojados en agua durante un tiempo determinado y posteriormente procesados.

Es una bebida ideal para reemplazar otro tipo de bebidas, por lo que es muy apetecida por personas que siguen dietas vegetarianas o que tienen intolerancia a la lactosa. Se puede consumir sola o utilizarla en los desayunos agregando cereales o también se puede preparar en batidos.

Este alimento es ligero y suave, ayuda con el proceso digestivo, también es importante para brindar hidratación y es un complemento de una dieta saludable, se le reconoce porque gracias a su fibra tiene un alto poder de saciedad por lo que evita que la persona sienta hambre y de paso ayuda con la pérdida de peso.

Su componente de fibra es determinante para combatir el estreñimiento, al tiempo que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre, beneficiando a las personas que padecen de diabetes.

Por otra parte, es aconsejable su consumo para bajar los niveles de colesterol malo y de triglicéridos, esto debido a que la avena es “rica en un tipo de fibra llamado betaglucano, el cual disminuye los niveles de colesterol en la sangre y, a su vez, reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas graves, como un infarto o accidente cardiovascular”, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.

El sitio web adiciona que la leche de avena puede ser consumida por personas que tienen enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten. Sin embargo, la recomendación es que siempre se verifique la etiqueta nutricional del producto, la cual debe indicar que es libre de gluten, pues en el proceso de industrialización de puede contaminar.

“A muchas personas con enfermedad celíaca se les dice que eviten comer avena porque podrían estar contaminadas con trigo, centeno o cebada, que contienen gluten. Pero en las personas que no han tenido ningún síntoma durante al menos seis meses, comer cantidades moderadas de avena pura y no contaminada parece ser seguro”, precisa la Biblioteca de Medicina.

¿Cómo prepararla?

Este alimento se puede comprar en el comercio o prepararlo en casa de manera fácil y económica. Para ello se requiere de dos tazas de avena en hojuelas y tres de agua. Se pone la avena en el agua y se deja en remojo durante unas cuantas horas o en la noche, posteriormente se licúan los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea, se cuela y se consume. Además, esta se puede dejar en el refrigerador durante un par de días.