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Los cálculos renales se pueden prevenir con este alimento

Los cálculos renales pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una perla.

4 de agosto de 2022
Getty Creativo
Fondos de comida: vista superior de una mesa rústica de madera llena de diferentes tipos de comida. La composición incluye filete de ternera crudo, filete de salmón crudo, frutas, verduras, queso, pan, huevos, legumbres, aceite de oliva y nueces. Foto de estudio DSRL tomada con Canon EOS 5D Mk II y Canon EF 70-200mm f/2.8L IS II USM Telephoto Zoom Lens | Foto: Getty Images

Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones, esto de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Por ello, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explicó que existen diferentes tipos de cálculos renales:

  • Los cálculos de calcio son los más comunes. Ocurren con mayor frecuencia en los hombres entre los 20 a 30 años de edad. El calcio puede combinarse con otras sustancias para formar el cálculo.
  • El oxalato es el más común de estos. El oxalato está presente en ciertos alimentos como las espinacas. También se encuentra en los suplementos de vitamina C. Las enfermedades del intestino delgado aumentan el riesgo de formación de estos cálculos.
  • Los cálculos de cistina pueden formarse en personas con cistinuria. Este trastorno es hereditario. Afecta tanto a hombres como a mujeres.
  • Los cálculos de estruvita se encuentran principalmente en hombres o mujeres que tienen infecciones urinarias recurrentes. Estos cálculos pueden crecer mucho y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
  • Los cálculos de ácido úrico son más comunes en los hombres que en las mujeres. Se pueden presentar con la gota y la quimioterapia.

Así las cosas, los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales que necesitan atención médica:

  • Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece.
  • Sangre en la orina.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Vómitos.
  • Orina con mal olor o con apariencia turbia.
  • Sensación de ardor al orinar.

Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro explicó que algunos factores de riesgo son los antecedentes familiares o personales; la deshidratación; consumir alimentos con grandes niveles de proteínas, sodio (sal) y azúcar; la obesidad; la cirugía de baipás gástrico; la enfermedad intestinal inflamatoria o la diarrea crónica, otras afecciones médicas como la acidosis tubular renal; la cistinuria; el hiperparatiroidismo y las infecciones recurrentes de las vías urinarias y ciertos suplementos y medicamentos, como la vitamina C; los suplementos alimentarios; los laxantes (cuando se usan en exceso), los antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión.

Por ello, El Diario La Prensa reveló que para prevenir los cálculos renales es ideal consumir alimentos con un alto contenido de potasio y calcio como, por ejemplo:

  • La leche, el yogur y el queso.
  • La col rizada, el brócoli y el repollo chino.
  • El pescado con huesos blandos comestibles, como las sardinas enlatadas y el salmón.
  • Ciertos cereales para el desayuno, jugos de fruta, bebidas de soja y arroz, y varios tipos de tofu. Sin embargo, para saber si estos alimentos contienen calcio, es importante revisar las etiquetas de los productos.
  • Frutas, como albaricoques secos, ciruelas pasas, pasas, jugo de naranja y bananos.
  • Verduras, como calabaza de bellota, papas, espinacas, tomates y brócoli.
  • Lentejas, frijoles rojos, soja (soya) y nueces.
  • Leche y yogurt.
  • Carnes, aves y pescado.

Sobre la misma línea, otra recomendación es beber agua, ya que el líquido ayuda con la eliminación de desechos. No obstante, el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.

No obstante, al igual que con cualquier alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

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