Cáncer

Los científicos que desarrollaron la vacuna contra la covid quieren hacer una para el cáncer

Ozlem Tureci, la fundadora de BioNtech, señaló que su próxima meta es trabajar contra otro mal que azota al mundo: los tumores cancerosos.

19 de marzo de 2021
SXC: El cáncer es uno de los miedos más frecuentes en las familias. | Foto: Sxc

Ozlem Tureci y su esposo fundaron hace dos décadas la compañía BioNTech para aprender más acerca del sistema inmune y como este actúa frente a la aparición de tumores. Pero llegó el coronavirus y el grupo tuvo que desviarse de ese objetivo para dicarse a desarrollar una vacuna contra este patógeno. BioNTech lo logró con la ayuda de Pfizer. Produjo en un tiempo récord de 11 meses una de las vacunas más seguras y efectivas contra el bicho. Millones de personas ya han recibido el producto desde que fue aprobado en diciembre.

Ahora acaban de anunciar que se dedicarán al cáncer con un proyecto que bautizaron Lightspeed (velocidad de la luz). Para ello usarán la tecnología para las vacunas que utilizaron los expertos para la del Covid-19. Tanto esta como la de Moderna se basaron en el código RNA mensajero (mRNA) para llevar las instrucciones a las células humanas y producir allí las proteínas que estimulan el sistema inmune. Al hacerlo este ejército de defensa desarrolla una protección que servirá para cuando el virus real se presente.

BioNTech es propiedad de Ugur Sahin y Ozlem Tureci. Desde el principio de la pandemia sabían que sus estudios para enfrentar el cáncer serían decisivos para encontrar la vacuna contra el coronavirus.

Ese mismo principio se podría usar para los tumores. “Tenemos diferentes vacunas para cáncer basadas en la tecnología de mRNA”, dijo la científica a la Associated Press (AP). Aunque manifestó que era muy difícil predecir cuando estaría disponible el producto espera que en un par de año puedan también vacunas contra el cáncer a los pacientes con este padecimiento.

Los pacientes de cáncer podrían beneficiarse de los avances científicos del coronavirus

El desarrollo del cáncer, según se ha demostrado, está muy relacionado con el sistema inmune puesto que las células defectuosas que se multiplican sin control y que causan esta enfermedad pasan de largo por el sistema de defensa del cuerpo. Aunque este sistema debería acabar las células malignas, por diferentes mecanismos el propio cáncer logra burlarse dichos controles.

La experiencia de desarrollar una vacuna contra Covid-19 ha sido muy importante para la comunidad de científicos pues por un lado se dieron cuenta de lo necesario que es trabajar unidos. “Entendimos lo importante que eran la cooperación y la colaboración”. Tureci explicó que cuando se tiene un gran equipo es más fácil resolver un problema que se presenta en el camino.

Uno de los más complicados para ellos era lograr producir a gran escala suficientes dosis del medicamento para los estudios clínicos en diferentes regiones del mundo. Además de eso, tenían que garantizar que, de ser aprobada, podrían producirla para satisfacer la demanda mundial. Eso se logró con Pfizer y con Fosun Pharma en China, proveedores de las cosas que BioNTech no tenía.

Tureci nació en Alemania de padres que inmigraron de Turquia. Su compañía hoy tiene miembros en 60 países y alcanzó gran notoriedad gracias a la vacuna contra covid-19. En efecto, su perfil ha crecido durante la pandemia tanto como su valor, lo que implica que hoy está en mejores condiciones financieras de trabajar en una vacuna contra el cáncer.

Las características de las vacunas también determinan la naturaleza de la respuesta a nivel de los anticuerpos.
Las vacunas requieren de metodologías rigidas para su aprobación. | Foto: Getty Images-BBC Mundo

Tureci también dijo que el proceso de producir una medicina o una vacuna segura y efectiva involucra muchas preguntas, muchos expertos y en últimas a toda la comunidad puesto que “nuestros pares deben revisar toda la información que se produce en los estudios y todo el discurso científico que lo acompaña”.

Por esto mismo reiteraron que las vacunas aprobadas hasta hoy, incluída la de Astrazeneca, son seguras y ninguna usó atajos para demostrar la seguridad y la efectividad. “Hay un mecanismo muy rígido y el proceso no para aun después de que una vacuna se aprueba”, señaló a AP. Por el contrario, los estudios fase III continúan en el mundo, y todas los problemas que se observan en la vida real ahora deben ser estudiados para asegurar que ellas siguen siendo seguras.

* Con información de AP