RELACIONES PERSONALES
Los cinco hábitos que hacen a una persona agradable
Saber cómo ser agradable en el trato con los demás puede ser un elemento crucial a la hora de crear vínculos sociales.
En las relaciones personales no solo es importante lo que se dice, sino que influye mucho cómo los individuos se muestran ante los demás.
“Aunque la mente humana puede adoptar infinidad de detalles y matices que hacen de cada individuo alguien único, al socializar hay detalles que son capaces de marcar la diferencia en el proceso de causar una buena impresión a los demás”, asegura el portal Psicología y Mente.
Para los especialistas en temas de comportamiento, saber cómo ser agradable en el trato con los demás puede ser un elemento crucial a la hora de crear vínculos sociales, pues más allá de los conocimientos, habilidades e intereses, algo tan simple como hacer sentir bien a las personas que están alrededor es determinante.
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El portal La Mente es Maravillosa asegura que la gente agradable normalmente está rodeada de otras personas de características similares, tiene un vida social y familiar activa y su opinión y forma de ser es recordada en diferentes tipos de situaciones. Sus habilidades sociales le permiten tener relaciones saludables y poder contar siempre con otros cuando los necesita.
Estos son algunos de los hábitos que pueden ayudar a que una persona sea agradable.
Ser paciente y escuchar
No obstante, esto no quiere decir que una persona para ser agradable deba aguantarlo todo. Por ejemplo, puede aprovechar cualquier disculpa para retirarse sutilmente y, en el futuro, intentar evitar esas situaciones. La clave está en no ser evidente o hacer sentir mal a los demás al tomar cualquier tipo de decisión.
Destacar las cosas buenas de los otros
A la gente le gustan las personas que se fijan en los detalles y que son generosas con los cumplidos. Sonreír, saludar y preguntar por algo que le importa al otro o destacar algún detalle de su aspecto físico son siempre buenos recursos para caer bien. Cuando se realizan comentarios positivos, las personas tienden a recordar de forma inconsciente estas situaciones. Por otra parte, cuando la persona sonríe de manera sistemática, pero genuina, los demás se hacen a la idea de que están frente a alguien agradable, así no lo conozcan, asegura el portal La Mente es Maravillosa.
No tener miedo al silencio
Según Psicología y Mente, una buena conversación puede estar llena de silencios. Por eso, es mejor no tenerle miedo a esos momentos en los que nadie habla, que decir cualquier cosa solo para no tener que pasar por ese tipo de situaciones. “Lo que vuelve incómodos algunos silencios no es la falta de palabras en sí, sino el contexto en el que se producen y, sobre todo, la manera en la que se reacciona frente a ellos”, precisa.
Acordarse de cosas importantes del otro
El hecho de recordar detalles acerca de las personas con las que se ha hablado en un pasado demuestra interés y, en general, es respondido con gratitud por los demás, especialmente si aquello que se guarda en la memoria es algo personal más allá de los datos básicos como el nombre o la edad.
Ser auténtico
Ser auténtico y sincero es esencial para caer bien y resultar agradable. A nadie le gustan las personas falsas. La gente gravita alrededor de las personas auténticas porque sabe que puede confiar en ellas. Según un artículo publicado en el diario Huffington Post, es difícil estar a gusto con alguien que no se sabe como es en realidad.
Las personas que son agradables tienen la seguridad suficiente como para estar cómodas siendo como son. Una de las fórmulas es concentrase en sí mismas y hacer lo que les permite ser felices; esto hace que sean más interesantes para los demás.