Los cuatro alimentos que podrían causar pérdida de la visión

La visión es determinante para que las personas tengan una buena calidad de vida y por ello es fundamental cuidar la salud de los ojos, ya que cerca de la mitad de la información que se recibe cada día llega a través de estos órganos.

Como sucede con el resto del organismo, la alimentación juega un papel determinante en su protección. Información de la Clínica Baviera, de España, en su página web, indica que los malos hábitos alimentarios pueden ser incluso más perjudiciales que en otros órganos.

“Esto se debe a la especial sensibilidad y delicadeza de los ojos, que se ven muy afectados por los problemas cardiovasculares, la resistencia a la insulina, la diabetes o, simplemente, por la falta de los nutrientes necesarios para funcionar correctamente”, precisa.

Hay algunos alimentos en particular que van en contra del bienestar y salud de los ojos, de acuerdo con los especialistas y su consumo prolongado a lo largo de los años está vinculado con diversas afecciones de la retina como, por ejemplo, la degeneración macular asociada a la edad. En la lista se incluyen: carbohidratos procesados, azúcares refinados, grasas trans y carnes procesadas.

Carbohidratos procesados

Estos alimentos son elaborados a base de harina blanca, azúcar y arroz blanco. Se trata de productos que pierden vitaminas, minerales, fibra y demás nutrientes en el momento de su preparación. Si bien ningún alimento es malo por sí solo, su consumo en grandes cantidades sí perjudica a la salud, y en especial, la de los ojos, precisa la clínica oftalmológica Ocumed, de España, en su página web.

Estos alimentos causan picos o elevaciones del azúcar en la sangre, que pueden conducir a desarrollar diabetes. “La retinopatía diabética es una consecuencia muy común de la diabetes que causa daño a los pequeños vasos sanguíneos ubicados en el ojo. Con frecuencia, deteriora el flujo sanguíneo que llega a la retina, perjudicando progresivamente la agudeza visual de ambos ojos, y en casos severos, puede derivar a la ceguera”, precisa la mencionada institución.

Grasas trans

El abuso de las grasas trans y las saturadas, además de generar sobrepeso, puede llegar a taponar venas y arterias, favoreciendo enfermedades cardiovasculares y de la vista. Es importante tener claro que las venas que llegan a los ojos son muy finas y cualquier anomalía en estos vasos puede provocar distorsiones visuales, dicen los expertos de la Clínica Baviera.

Carnes procesadas

Estos son alimentos particularmente elevados en sodio, nitritos, grasas, y proteínas. Las salchichas, el chorizo y los embutidos, en general, deben tratar de evitarse. Según Ocumed, el consumo excesivo de estos ingredientes, al menos más de diez veces por semana, está asociado a un incremento del riesgo a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) de un casi 50 %.

“Numerosos estudios han confirmado que las carnes rojas, y en especial los embutidos, aceleran el deterioro de la mácula en la retina, la cual permite la visión central. Es el lugar donde los objetos se enfocan con mayor nitidez”, asegura. Los principales síntomas incluyen visión borrosa, pérdida de la agudeza visual, distorsión de las líneas rectas, visión con destellos y dificultad para ver objetos en habitaciones con poca luz.

Azúcares refinados

Consumir comidas con altos niveles de azúcar refinada contribuiría al deterioro prematuro de los ojos e incrementa el riesgo de diabetes y glaucoma, precisa el sitio web Visión Integral. De acuerdo con los expertos, la posibilidad de presentar retinopatía es mayor cuando la persona ha tenido diabetes por mucho tiempo, la glucosa ha estado mal controlada y si el paciente fuma o tiene presión arterial alta, enfermedades que están muy relacionadas con la ingesta excesiva de azúcar.

Es importante tener claro que no todos los alimentos son malos para la vista por sí solos y por ello siempre se habla de una alimentación equilibrada. La recomendación de los expertos es reducir al máximo el consumo de este tipo de productos, pues si se ingieren en grandes cantidades o frecuentemente, pueden incrementar el riesgo de problemas oculares que finalmente dañen la visión.