Vida Moderna

Los deportes que ayudan a mejorar el hígado graso

Estos ejercicios deben ser supervisados por un experto para evitar lesiones.

7 de octubre de 2022
Expertos han comprobado que algunos compuestos bioactivos de los hongos pueden reparar el daño causado en el hígado. Foto: Getty images.
Expertos han comprobado que algunos compuestos bioactivos de los hongos pueden reparar el daño causado en el hígado. Foto: Getty images. | Foto: Foto Getty Images.

De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el hígado es uno de los órganos vitales del cuerpo y el de mayor tamaño internamente. Este órgano ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas.

Las enfermedades asociadas a este se conocen como hepáticas y una de las más reconocidas es el hígado graso no relacionado con el alcohol. Los síntomas de esta pueden variar dependiendo de cada persona. Sin embargo, entre los más comunes se encuentran: alteraciones en la piel, falta de energía y metabolismo lento.

El hígado graso es una patología en la cual se acumula exceso de grasa en el hígado. Aunque es normal que las personas tengan una pequeña cantidad de grasa en las células de este órgano, se considera que, quienes tienen este padecimiento, poseen un volumen superior al 5 %.

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, ciertas patologías de salud, como la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, aumentan la probabilidad de desarrollar hígado graso.

Para mantener el hígado en condiciones óptimas, es necesario mantener un estilo de vida saludable que involucre una dieta balanceada y ejercicio físico constante. Con respecto a este último punto, existen algunos deportes que incentivan el cuidado de este órgano:

Hígado graso: esta es la principal causa y cómo evitarlo | Carlos Jaramillo

Aeróbicos

El Departamento de Salud y de Servicios Humanos de Estados Unidos recomienda para las personas adultas hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada. Las pautas sugieren distribuir este ejercicio durante el curso de los siete días.

Este tipo de ejercicios contribuye a aumentar la cantidad de colesterol bueno en la sangre, lo que puede reducir los niveles de triglicéridos en el organismo. Además, ayuda a quemar grasa corporal, por lo que no se ve acumulada en el hígado.

Caminar

Según el instituto Mayo Clinic, la actividad física no tiene que ser complicada. Algo tan sencillo como un paseo diario a paso ligero puede ayudar a llevar una vida más saludable. Son diversos los beneficios que ofrece una caminata diaria. Por ejemplo, caminar a paso ligero con regularidad puede ayudar a:

  • Mantener un peso saludable y perder grasa corporal.
  • Prevenir o controlar diversas afecciones, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la hipertensión arterial, el cáncer y la diabetes tipo 2.
  • Fortalecer el sistema inmunitario.
  • Reducir el estrés y la tensión.
¿Sirven las limpiezas hepáticas? | Dr. Carlos Jaramillo

Bicicleta

Entre los beneficios que este ejercicio representa para el organismo está la oxigenación que le da al cerebro y combate el estrés. “Cuando montamos en bicicleta aumentamos nuestra capacidad aeróbica y nuestra capacidad pulmonar, obligando a nuestros pulmones a realizar un intercambio de gases (O2/CO2) mucho más eficiente”, dice el portal Salud Mapfre.

Saber vivir aconseja a los que están tratando de bajar de peso montar bicicleta, pues este ejercicio ayuda a quemar grasas y reducir el colesterol. Lo anterior también ayuda a mejorar los síntomas del hígado graso y a prevenirlo.

Además del ejercicio, es fundamental tener una alimentación saludable para mejorar el hígado graso. Por ello, la organización sin ánimo de lucro AARP explicó cómo llevar una dieta que ayuda a combatir esta afección:

  • Disfrutar del café: diversos estudios afirman que el consumo de café puede reducir las grasas contenidas en hígado. Además, el producto puede funcionar como protector de este órgano, apartándolo de la inflamación y el estrés oxidativo.
  • Mantener niveles adecuados de vitamina D: la deficiencia de este nutriente puede provocar hígado graso. Es posible encontrar esta vitamina en el salmón, el atún y el queso.
  • Evitar ingerir alimentos entre comidas: para aminorar los síntomas de esta afección, se aconseja beber té de manzanilla o agua.

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