Vida Moderna
Los detonantes emocionales que desarrollan enfermedades
No se deben invalidar estas situaciones ya que desembocan en afecciones que perjudican la salud física y mental de una persona.
Experimentar cualquier emoción -negativa o positiva- tras enfrentar situaciones que provocan alegría o frustración puede desembocar en enfermedades -en algunos casos- que no tienen cura, como la osteoporosis o el Alzheimer.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, explica que la osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos, siendo las mujeres más propensas a desarrollarla, ya sea por la vejez, porque su círculo familiar más cercano padece de esta enfermedad, por el consumo de medicamentos y/o la baja densidad ósea.
De acuerdo con el portal Salud180, la osteoporosis se ve relacionada con algunas emociones que perjudican la salud del organismo en las que se encuentran:
Sentimiento de soledad
Según la National Institutes of Health señala, las relaciones interpersonales son tan importantes para el bienestar mental, pero una desconexión del círculo social puede desarrollar la sensación de soledad.
La organización menciona que la soledad y el aislamiento social pueden causar problemas de salud, como la presión arterial y hasta Alzheimer, colocando en riesgo la vida de una persona. Esto también se debe a que sus células inmunes se debilitan.
Una persona que se siente sola encuentra desinterés en muchas de las actividades que alguna vez la motivaron, como hacer ejercicio, reunirse con sus amigos, entre otros.
Baja autoestima
La Clínica Mayo señala que un bajo autoestima puede afectar la calidad de vida de una persona en las que se ven implicadas áreas como el trabajo, la salud y/o las relaciones interpersonales.
La entidad americana de salud recomienda identificar las situaciones o personas que perjudican la salud mental, interfiriendo en el amor propio.
Necesidad de atención
A esto se suma la necesidad de compañía o de atención, se requiere de la presencia del otro, por lo que la falta de apoyo, entre otras emociones, pueden desencadenar depresión o ansiedad, mismos trastornos que se ven relacionados con quienes padecen Alzheimer, debido a que su calidad de vida empeora con el paso de los años.
Como se mencionó, la presión arterial y el Alzheimer hacen parte de las enfermedades que se relacionan con emociones detonantes.
Presión arterial
La Clínica Mayo señala que la presión arterial alta es la “fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias”, que puede traer complicaciones sobre el corazón.
Es de mencionar que esta afección también se denomina hipertensión y los síntomas no los perciben aquellos que la presentan, por lo que puede ser aún más peligrosa. No obstante, algunos pueden tener cefaleas y sangrado nasal.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) precisa que por lo menos 1.280 millones de personas adultas entre los 30 y 79 años son las más propensas a desarrollarla.
La organización internacional explica que para prevenir una hipertensión se debe no consumir cigarrillo; reducir la cantidad de sal que se ingiere, ya sea en las comidas a preparar o las que se compran en enlatados, por ejemplo; evitar el consumo de grasas no saludables, entre otras.
Alzheimer
De acuerdo con la Clínica Mayo, el Alzheimer “es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales mueran”. Por esto, es la demencia la consecuencia de esta enfermedad, afectando la calidad de vida de una persona porque impacta sus comportamientos.
“La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”, precisa la Organización Mundial para la Salud (OMS).
Aunque puede parecer irreal el olvido de cierta información de fechas, cuando una persona tiene principios de Alzheimer se vuelve repetitivo, por lo que es importante el acompañamiento de un profesional.