VIDA MODERNA
Los frutos secos que permiten que el cuerpo se recupere de manera más rápida de la actividad física
Este alimento reduce la inflamación y el estrés oxidativo del ejercicio.
Un ensayo controlado aleatorizado publicado en Frontiers in Nutrition demostró que el consumo diario de almendras produce un cambio en el metabolismo, reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo del ejercicio; lo cual permite que el cuerpo se recupere más rápido después de la actividad física.
En concreto, produce un aumento de la cantidad de la molécula de recuperación del ejercicio. Esta molécula, denominada oxilipina (grasa oxidada), es sintetizada a partir del ácido linoleico por el tejido adiposo marrón, y tiene un efecto beneficioso sobre la salud metabólica y la regulación energética.
El autor correspondiente, David C Nieman, profesor y director del Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad Estatal de los Apalaches, en el Campus de Investigación de Carolina del Norte (Estados Unidos), precisó que “los voluntarios que consumieron 57 gramos de almendras al día durante un mes antes de una única sesión de ejercicio de ‘guerrero de fin de semana’ tenían más cantidad de la grasa beneficiosa ácido 12,13-dihidroxi-9Z-octadecenoico (12,13-DiHOME) en la sangre inmediatamente después de la actividad que los voluntarios de control”.
Estos también declararon sentir menos fatiga y tensión, mayor fuerza en las piernas y menor daño muscular después del ejercicio que los voluntarios de control.
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Cuatro semanas de suplementación dietética con almendras
En el ensayo clínico participaron 38 hombres y 26 mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 65 años, que no realizaban entrenamiento regular con pesas. Aproximadamente, la mitad fueron asignados aleatoriamente al grupo de la dieta de almendras, y la otra mitad al grupo de control, que comía diariamente una barrita de cereales con las mismas calorías. Los investigadores tomaron muestras de sangre y orina antes y después del periodo de cuatro semanas de suplementación dietética.
Las medidas de rendimiento incluyeron una prueba anaeróbica Wingate de 30 segundos, una prueba de carrera en lanzadera de 50 metros y ejercicios de salto vertical, press de banca y fuerza pierna-espalda. Se tomaron muestras adicionales de sangre y orina inmediatamente después de esta sesión de 90 minutos de “ejercicio excéntrico” y diariamente durante los cuatro días siguientes.
Después de cada extracción de sangre, los participantes rellenaron el cuestionario Profile of Mood States (POMS) para cuantificar su estado mental y valoraron su dolor muscular de aparición retardada --es decir, el dolor y la rigidez que sienten después de un ejercicio desacostumbrado o extenuante-- en una escala de 10 intervalos.
Como era de esperar, el ejercicio de 90 minutos provocó un aumento de la sensación de daño muscular y dolor muscular según los propios voluntarios, así como un aumento de la puntuación POMS, que indicaba una disminución del vigor según los propios voluntarios y un aumento de la fatiga, la ansiedad y la depresión.
El ejercicio también provocó un aumento transitorio de los niveles de citoquinas proinflamatorias como IL-6, IL-8, IL-10 y MCP-1 en la sangre, lo que concuerda con un daño muscular menor. Sin embargo, estos cambios en las citocinas fueron iguales en los grupos de almendras y de barritas de cereales.
Los polifenoles de la piel de la almendra podrían ser la clave
“Concluimos que las almendras proporcionan una mezcla única y compleja de nutrientes y polifenoles que puede favorecer la recuperación metabólica tras niveles estresantes de ejercicio. Las almendras contienen grandes cantidades de proteínas, tipos de grasas saludables, vitamina E, minerales y fibra. Y la piel marrón de las almendras contiene polifenoles que acaban en el intestino grueso y ayudan a controlar la inflamación y el estrés oxidativo”, afirmó Nieman.
*Con información de Europa Press.