Vida Moderna
Los hábitos más comunes que cometen las personas después de los 60 años y que podrían afectarle
La falta de ejercicio, la visualización prolongada de pantallas y los hábitos alimentarios desequilibrados son algunos de los factores que hacen daño.
El envejecimiento es un proceso que no se puede detener, pero los expertos aconsejan llevar una vida saludable, consumir una dieta adecuada, hacer ejercicio y consultar al médico para prevenir algunas molestias que llegan con el paso de los años.
La genética también es un factor importante que marca la pauta en el envejecimiento, pero hay circunstancias externas como “el tabaco, el alcohol, una mala alimentación o tomar el sol en exceso son determinantes para el deterioro de la salud a lo largo de las décadas”, explica el portal CuídatePlus.
Según el portal de salud, el cuidado personal después de los 60 se vuelve más arduo y es importante tener presente las acciones que debilitan el cuerpo, como las emociones negativas, una mente dispersa, una dieta poco saludable, la falta de actividad física o una respiración inadecuada.
Si bien las acciones cotidianas negativas no tienen un impacto visible a corto plazo, sí serán negativas a medida que el tiempo avance. La falta de ejercicio, la visualización prolongada de pantallas, los hábitos alimentarios desequilibrados, el tabaquismo, entre otras actividades, se terminan convirtiendo en actividades cotidianas con daños irreversibles si no se manejan a tiempo.
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Hábitos que afectan a las personas mayores de 60 años
- Tener un sueño desordenado: al descansar menos horas de las recomendadas o haciéndolo en diferentes horarios, facilita la aparición de problemas hormonales, pues ellas son sustancias fundamentales para el adecuado funcionamiento celular. Por tal razón, la falta de sueño puede afectar el estado de ánimo, el peso corporal o los niveles de azúcar en la sangre.
- Estar en soledad: este hábito no es tan negativo como parece, sino que es necesario para reflexionar, descansar y conocerse a uno mismo. Aunque la soledad no deseada puede llevar a afectar la salud mental y física.
Es ahí cuando aparecen los síntomas asociados a la ansiedad y la depresión. Esta situación es común en las personas mayores que se han retirado de la actividad laboral. Según un estudio de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, identifica a la soledad como un deterioro cognitivo.
Además, en otra investigación de la Universidad Jaume I, explica que los sentimientos de la soledad incrementan la fatiga, la inactividad y el deterioro funcional, lo que puede llevar a hacer un factor de riesgo de muerte.
Por ello, es necesario formar redes de contacto en las actividades que más desee, mantener el número de las personas con las que trabajó, acercarse a la familia y participar en diferentes talleres o viajes para adultos mayores.
- Respirar de forma incorrecta: con el tiempo, esta práctica puede afectar la salud pulmonar, por lo que es aconsejable hacer ejercicios de respiración en el día. De esta manera, se busca un momento de relajación para realizar inhalaciones y exhalaciones pausadas y calmadas.
- No hacer actividad física: al hacer un poco de entrenamiento ayuda a la circulación sanguínea y a la disminución del estrés y la depresión, pues este tipo de hábitos tienen múltiples beneficios, tanto mentales como físicos.
El ejercicio en las personas mayores de 60 años contribuye a combatir la obesidad, prevenir las enfermedades del corazón y las degenerativas, como la demencia o el alzhéimer. También mejora las capacidades cognitivas.
- Fumar: este es una de las causas principales que desarrolla afecciones en los pulmones, en especial los ataques de asma, enfermedad pulmonar obstructiva o el cáncer de pulmón. Sin embargo, esto no es lo único que afecta, ya que al dejar el cigarrillo está favoreciendo el bienestar mental.