SALUD
Los hábitos que ayudan a prevenir la hipertensión
Esta enfermedad se puede manifestar con cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular y alteraciones visuales.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son vasos por donde esta circula. Cuando la presión es muy alta, se le conoce como hipertensión, un padecimiento que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es el principal factor de riesgo para sufrir una enfermedad cardiovascular.
Normalmente, las personas hipertensas no saben que lo son dado que es una enfermedad que, en general, no presenta síntomas o signos de alerta, por lo que puede avanzar de manera silenciosa. La mejor manera de determinar su presencia es medir la presión arterial de forma periódica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que en caso de presentarse señales, normalmente se manifiestan como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular y alteraciones visuales. La hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Para evitar esta enfermedad, que es crónica y afecta en el mundo a más de 1.280 millones de adultos entre los 30 a 79 años, de acuerdo con estimaciones de la OMS, es importante adoptar algunos hábitos que pueden ponerse en marcha por personas de cualquier edad. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda los siguientes.
- Comer una dieta saludable: Para controlar la presión arterial se debe limitar la cantidad de sodio (sal) que se consume a diario y aumentar la de potasio. También es importante comer alimentos que sean bajos en grasa, así como muchas frutas, verduras y granos enteros.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física es una de las mejores formas para mantener un peso saludable y bajar la presión arterial. La recomendación de los expertos es tratar de hacer por lo menos dos horas y media de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana, o ejercicio aeróbico de alta intensidad durante una hora y 15 minutos. El ejercicio aeróbico, como caminar a paso rápido, es cualquier actividad física en que el corazón late más fuerte y respira más oxígeno de lo habitual.
- Tener un peso saludable: Cuando las personas tienen sobrepeso u obesidad aumentan el riesgo de padecer de hipertensión arterial. Mantener un peso saludable puede ayudar a controlarla y reducir el riesgo de enfrentar otros padecimientos de salud.
- Limitar el alcohol: Beber demasiado alcohol puede aumentar la presión arterial. También añade calorías a la dieta, lo que se traduce en aumento de peso. Los hombres no deben beber más de dos tragos al día, y la recomendación para las mujeres es ingerir solo uno.
- No fumar: Fumar cigarrillos eleva la presión arterial y pone a las personas en mayor riesgo de padecer un ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Por esta razón es importante tratar de encontrar la forma para evitar o controlar esta adicción.
- Controlar el estrés: Aprender a relajarse y manejar el estrés puede mejorar la salud emocional y física y disminuir la presión arterial alta. Las técnicas de manejo del estrés incluyen hacer ejercicio, escuchar música, concentrarse en algo tranquilo o sereno y meditar.
Los de mayor riesgo
De acuerdo con los expertos, cualquier persona puede desarrollar presión arterial alta, pero hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo como, por ejemplo, la edad, pues es una enfermedad que tiende a aumentar con el avance de los años.
Otro aspecto clave es el peso. Las personas que tienen sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de padecerla. El sexo también es determinante. Antes de los 55 años, los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de enfrentar este padecimiento. Después de esta edad, las mujeres son más propensas a desarrollarlo.
La hipertensión también se genera por un estilo de vida poco saludable. Ciertos hábitos pueden aumentar el riesgo de hipertensión, como comer demasiada sal o no consumir suficiente potasio, la falta de ejercicio, beber demasiado alcohol y fumar. Por último, los antecedentes familiares de hipertensión arterial aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.