Vida Moderna
Los mejores remedios caseros para evitar o reducir la diarrea
La diarrea es una muestra que algo está fallando en el sistema digestivo, sea por una bacteria o alguna otra razón.
Consumir sueros caseros, beber té de manzanilla o agua de coco son remedios sencillos para ayudar a detener la diarrea más rápido al reponer los líquidos y minerales perdidos en las heces, regular la flora intestinal y reducir las deposiciones.
La diarrea generalmente dura de tres a cuatro días. Sin embargo, los expertos de Túa Saúde explican que si persiste o se desarrollan otros síntomas, es necesario consultar a un médico de cabecera o gastroenterólogo para evaluar la causa de la diarrea y sugerir el mejor tratamiento.
Cuando la situación no es de gravedad, el tratamiento puede realizarse desde casa mediante ciertos remedios caseros, los cuales no son difíciles de preparar ni tampoco requieren gran cantidad de ingredientes.
El primero es el té de manzanilla, el cual es rico en compuestos fenólicos como la apigenina y la quercetina. Tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes, reduce la irritación del tracto gastrointestinal y alivia los espasmos causados por la diarrea.
Tendencias
Para hacer té de manzanilla, simplemente se agrega una cucharada de flores de manzanilla secas a una taza de agua hirviendo. La mezcla se tapa para luego dejar reposar durante cinco minutos. Acto seguido, se cuela y bebe hasta cuatro tazas por día.
Los expertos de Túa Saúde indican que es un fundamental evitar alimentos grasos como la leche, el helado, la mantequilla y las carnes grasas. Esto se debe a que la grasa estimula la producción de bilis y jugos gástricos, aumentando la actividad intestinal y empeorando la diarrea.
Del mismo modo, el tiempo de absorción de grasas se acorta en caso de diarrea. Por lo tanto, comer alimentos grasos aumenta la concentración de grasa en las heces e impide la mejora de la diarrea. Para reponer los líquidos y minerales perdidos por la diarrea y prevenir la deshidratación, se recomienda tomar sueros caseros o soluciones de rehidratación oral disponibles en las farmacias.
La tercera recomendación entonces es consumir sueros caseros en pequeños sorbos a lo largo del día en cantidades similares a la cantidad de agua perdida en las heces. Sin embargo, no se recomienda consumir más de medio vaso de suero de una sola vez.
Comer manzanas peladas, crudas o cocidas también es una buena opción para detener la diarrea, debido a que son bajas en fibra insoluble, lo cual favorece las deposiciones y empeora la diarrea. Además de las manzanas, es importante comer siempre frutas sin piel, semillas y pulpa. Esto se debe a que estas partes contienen mucha fibra insoluble.
Volviendo a las bebidas, el té de hojas de guayaba es otra alternativa, por el hecho que es astringente y ayuda a reducir la cantidad de agua en las heces, combatiendo a la par con la reducción de la diarrea. Además, esta infusión tiene propiedades antiespasmódicas que ayudan a aliviar el dolor abdominal ocasionado por las ideas constantes al baño.
Para hacer este té, simplemente hay que emplear 15 g de hojas de guayaba lavadas a 500 ml de agua hirviendo. Se tapa la olla con las hojas y luego se deja reposar durante unos diez minutos. Acto seguido, se cuela para beber de tres a cuatro tazas de este té al día.
Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y están disponibles a través de ciertos alimentos como el yogur natural, la kombucha y el kéfir. Además, estos microorganismos están disponibles a través de suplementos dietéticos de venta libre como lacteol fort, foratil, Proflor y Liolactil.
Beber agua de coco puede ayudar a tratar la diarrea al reponer minerales como el potasio y el sodio, que son nutrientes importantes para prevenir la deshidratación y se excretan en grandes cantidades durante la diarrea. Sin embargo, cuando ninguno de estos remedios funcionó, se recomienda acudir al médico general o gastroenterólogo cuando la diarrea persiste por más de cinco días o es frecuente semana tras semana; si contiene sangre o pus o está acompañada por fiebre, vómitos, dolor abdominal intenso o una pérdida significativa de peso, con más creces se requiere un dictamen profesional.