Vida Moderna

Los mejores trucos para evitar la ansiedad por comer

El trastorno alimenticio se relaciona con conflictos anímicos.

21 de noviembre de 2022
Especialistas indican que no es la hora, lo que importa es la comida que se consume para no subir de peso. Foto: Getty Images.
Especialistas indican que no es la hora, lo que importa es la comida que se consume para no subir de peso. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

La ansiedad por comer se caracteriza por querer comer de manera impulsiva y descontrolada, pese a que no se sienta hambre, y por lo general sucede cuando hay problemas personales que no se saben controlar y esta es la única forma de liberar el estrés, ansiedad, tristeza o aburrimiento.

Además, de acuerdo con el portal Muy Saludable del Grupo Sanitas de España hay tres características de hambre emocional:

  • “Necesidad de comer aunque no se sienta hambre fisiológica: se necesita introducir alimentos en el cuerpo aunque no se experimente el hambre común. Comer de forma impulsiva: además, este tipo de hambre emocional se caracteriza porque se desconoce el origen de esa necesidad, pero no se puede controlar. Esto hace que el acto de comer se haga de forma impulsiva y descontrolada.
  • Sentimiento de culpa: suele ser muy común que, después de este ataque de hambre, las personas se sientan culpables porque siguen sin sentirse bien ni satisfechas. Esto es porque el origen de su problema no se ha resuelto con la comida.
  • Comer para estar mejor: hay un trasfondo en esta conducta que persigue un sentimiento de mejora y bienestar por el hecho de comer. Sin embargo, al no resolverse, es habitual que la persona se sienta triste y decepcionada después del atracón”.

Por tal razón, el portal SaberVivitTv reveló algunos trucos para evitar la ansiedad por comer:

1. Masticar chicle sin azúcar.

2. Comer un puñado de frutos secos. En su composición natural, ofrecen un 50 % de agua, pocos hidratos de carbono, pero mucho fósforo, proteínas, oligoelementos y omega-3.

3. Evitar las bebidas energizantes.

4. Agregar picante a la comida. “Según la Universidad Purdue de Indiana (EE. UU.) la sustancia que hace picante al chile, llamada capsaicina, reduce la sensación de hambre”, indicó el portal.

5. Comer cada tres horas, pero de manera controlada y midiendo las porciones.

Cómo disminuir la ansiedad para comer | Dr. Carlos Jaramillo

6. Beber agua antes de comer. El consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.

7. Comer en plato pequeño.

8. Ingerir alimentos que aumenten la serotonina, como huevos, pastas, arroz, lácteos, cereales, pollo, pavo, plátanos, leguminosas, entre otros.

10. Dormir bien, pues las doctoras Stacy M. Peterson y Brooke L. Werneburg explicaron a Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, que la falta de sueño influye en lo que se come y cuánto se come, dado que las hormonas se regulan durante el sueño y al faltar horas de sueño, las hormonas del hambre se descontrolan y eso aumenta la sensación de hambre y disminuye la saciedad.

11. Realizar actividad física y entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. Además, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

12. Comer alimentos saciantes como las frutas y las verduras.

De todos modos, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.