Vida Moderna

Los nutrientes más importantes para potenciar la memoria

Si la pérdida de memoria afecta la capacidad para realizar las actividades diarias, es importante consultar a un médico.

8 de septiembre de 2022
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Cualquier alimento que se desee incluir en la alimentación diaria debe consultarse con un experto de la salud. | Foto: Getty Images

La memoria es el proceso de almacenamiento para luego recordar la información, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Además, hay diferentes tipos: la de corto plazo, que almacena información por unos pocos segundos o minutos, y la de largo, que almacena por un período más largo.

No obstante, la memoria no funciona siempre a la perfección y es normal olvidar cosas de vez en cuando.

Por ello, para cuidarla se deben consumir algunos nutrientes, según el portal Cuerpo Mente, que incluyen:

  • Vitamina C: también llamada ácido ascórbico, es un antioxidante que favorece los dientes y encías sanos. Esta vitamina ayuda al cuerpo a absorber el hierro y a mantener el tejido saludable. Además, es esencial para la cicatrización de heridas.

Sin embargo, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos reveló que el cuerpo no puede producir la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena. Por lo tanto, es importante incluir muchos alimentos que la contengan en la dieta diaria. Sin embargo, no se recomiendan cantidades superiores a 2.000 mg/día.

  • Vitamina B1: también llamada tiamina, ayuda a las células corporales a convertir los carbohidratos en energía. Es esencial para el funcionamiento del corazón y las neuronas sanas.

La tiamina se encuentra en: productos integrales, enriquecidos y fortificados como el pan, los cereales, el arroz, la pasta y la harina; germen de trigo; carne de res y de cerdo; trucha y atún de aleta azul; huevos; legumbres y arvejas (guisantes), y nueces y semillas.

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  • Ácidos grasos como omega 3: Los tres principales ácidos grasos omega-3 son el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). El ALA se encuentra principalmente en aceites vegetales como el de linaza, soja (soya) y canola. Los DHA y EPA se encuentran en el pescado y otros mariscos.
  • Calcio: El calcio es un mineral presente en muchos alimentos y el cuerpo lo necesita para mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones. Asimismo, el cuerpo necesita calcio para que los músculos se muevan y los nervios transmitan mensajes desde el cerebro hasta las distintas partes del cuerpo. Además, el calcio ayuda a que la sangre circule a través de los vasos sanguíneos por todo el cuerpo y a liberar las hormonas necesarias para muchas funciones del organismo.
  • Zinc: este oligoelemento es necesario para la función inmunológica, la cicatrización de heridas, la coagulación de la sangre, la función tiroidea y mucho más. Juega un papel clave en el mantenimiento de la visión y podría tener efectos contra los virus, según la biblioteca de Estados Unidos.

El zinc se puede encontrar en carne roja, cereales y semillas; albahaca; huevo de gallina; queso; mariscos; cacao; pollo; pavo, y leche y yogur.

  • Magnesio: el Grupo Sanitas de España señala que en la editorial de Neurona en diciembre 2004 investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) comunican un importante papel en la bioquímica humana del magnesio: mantener en buen nivel la memoria en edades medias de la vida y posteriores.

“El magnesio es el portero que abre con precisión, rapidez o lentitud las conexiones entre las neuronas”, dijo el profesor Guaosong Liu e Inna Slutsky, del MIT y en el Centro de Aprendizaje y Memoria.

Asimismo, agregó: “Nuestros estudios indican que mantener cantidades oportunas de magnesio en el líquido cefaloraquídeo –el líquido que rodea la médula espinal– es esencial para mantener (activas) las conexiones nerviosas”.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.