Vida Moderna

Los nutrientes que ayudan a prevenir la aparición del Alzheimer

Esta enfermedad es la forma más común de demencia entre las personas mayores.

29 de noviembre de 2022
Getty Creativo
Fondos de comida: vista superior de una mesa rústica de madera llena de diferentes tipos de comida. La composición incluye filete de ternera crudo, filete de salmón crudo, frutas, verduras, queso, pan, huevos, legumbres, aceite de oliva y nueces. Foto de estudio DSRL tomada con Canon EOS 5D Mk II y Canon EF 70-200mm f/2.8L IS II USM Telephoto Zoom Lens | Foto: Getty Images

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, explicó que la enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.

Adicional, señaló que las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no se comprenden en su totalidad, pero a un nivel básico, las proteínas del cerebro no funcionan con normalidad, lo que interrumpe el trabajo de las neuronas cerebrales y provoca una serie de eventos tóxicos.

De hecho, reveló que las personas con enfermedad de Alzheimer pueden exhibir las siguientes conductas:

  • Repetir afirmaciones y preguntas una y otra vez.
  • Olvidarse de conversaciones, citas o eventos, y no recordarlos después.
  • Colocar sistemáticamente objetos personales en el lugar equivocado, a menudo en lugares absurdos.
  • Perderse en sitios que ya conocen.
  • Finalmente, olvidarse de los nombres de familiares y objetos de uso cotidiano.
  • Tener problemas para identificar objetos con las palabras correctas, expresar pensamientos o participar en conversaciones.

Asimismo, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que el Alzheimer suele comenzar después de los 60 años y el riesgo aumenta a medida que la persona envejece, pero el riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.

Ahora, es importante señalar que aún no existe alguna estrategia probada para la prevención del Alzheimer, pero existe evidencia sólida de que los hábitos saludables del estilo de vida, como llevar una buena alimentación, hacer ejercicio y no fumar, pueden tener un efecto en la reducción del riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.

De igual forma, la entidad sin ánimo de lucro explicó en su portal web: “Los estudios demostraron que participar en eventos sociales, leer, bailar, jugar juegos de mesa, crear arte, tocar instrumentos musicales y otras actividades que requieren un compromiso mental y social ayudan a conservar las capacidades intelectuales en la edad adulta y reducen el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer”.

Además, la entidad sin ánimo de lucro reveló que la dieta mediterránea se ha relacionado con un menor riesgo de presentar enfermedad de Alzheimer y demencia.

¿En qué consiste la dieta mediterránea?

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indicó que la dieta mediterránea está basada en:

  • Comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo.
  • Más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres.
  • Alimentos que en forma natural contengan cantidades altas de fibra.
  • Mucho pescado y otros mariscos en lugar.
  • Aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada.
  • Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.

Adicional, añadió que los alimentos que se comen en cantidades pequeñas o que definitivamente no se consumen en la dieta mediterránea abarcan:

  • Carnes rojas.
  • Dulces y otros postres.
  • Huevos.
  • Mantequilla.

De todos modos, antes de iniciar algún plan de alimentación, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona. Las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.