CRIANZA

Los papás de hoy: ¿involucrados y ejemplares?

Los hijos necesitan aprobación para sentirse valiosos y la figura del padre hace que se sientan más seguros y con deseos de alcanzar metas altas. La psicóloga Annie de Acevedo explica en esta columna por qué la figura del papá y la mamá son claves para lograr un desarrollo óptimo en los hijos.

19 de junio de 2019
Los padres de hoy en día alternan el cuidado de los hijos con las madres. | Foto: Pixabay

Afortunadamente los papás de hoy son más responsables y más involucrados en la crianza de los hijos, pero, desafortunadamente, todavía hay un porcentaje alto de padres que siguen ausentes y son reacios a asumir su paternidad. Esto es una lástima pues el dúo papá y mamá es clave para lograr un desarrollo óptimo en los hijos, quienes necesitan de su aprobación para sentirse valiosos. La figura del padre hace que los hijos se sientan más seguros y con deseos de alcanzar metas altas.  

Dado que el afecto de la madre es tan incondicional, los hijos se esfuerzan más con el padre, pues saben que siempre exige un poco más. Los límites que impone papá son mejor recibidos y se cumplen más. Los hijos saben que mamá es más flexible y “los perdona” más fácil.  Con papá la cosa va en serio y, por lo tanto, los hijos criados por un frente unido de papá y mamá son más responsables, más organizados y, en general, son más estables emocionalmente.

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Es triste ver que muchas mujeres deciden tener hijos solas sin el acompañamiento del padre.  El reto para estas madres y sus hijos es más difícil. Los hijos criados por papá y mamá son niños más felices en todo el sentido de la palabra, pues tienen una buena autoestima, buenas relaciones con sus pares y triunfan en todo lo que se proponen.

Los padres de hoy en día alternan el cuidado de los hijos con las madres. Cambian pañales, dan comida, los acompañan al pediatra, etc. En general, son un excelente complemento de la madre. Los papás de hoy en día no solo son más responsables sino que pasan tiempo de calidad con sus hijos y no le temen a las demostraciones de afecto. La ternura es otro elemento que los papás de hoy expresan a diferencia de los padres de antaño, que eran autoritarios y hoscos. La ternura no les impide a estos padres jóvenes imponer disciplina y organización en sus hogares.

Definitivamente un buen papá es muy importante. No hay mejor sensación de valor para un hijo que cuando un padre demuestra orgullo por lo que este es y hace.  Al hijo hombre, le hace falta el padre para que le enseñe cómo es el mundo de los hombres y cómo entrar en este entorno masculino. A las niñas les hace falta un papá que las apruebe, pues de esta relación con el padre va a depender su relación con los hombres que entren en su vida.  

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Sin lugar a dudas, los padres son indispensables y lo único que se necesita para ser un buen padre es tener los deseos de hacerlo bien, lo cual generalmente implica amor, tiempo, disponibilidad y tolerancia a la  frustración.

Ojalá la participación del padre continúe de manera activa para ir acabando con ese mito de que  él puede estar ausente y esto no afecta a los hijos. Es tan importante el rol del padre que el 40% de los delincuentes juveniles son hijos de madres que no tuvieron apoyo de sus parejas. Esto es serio y ojalá el porcentaje de los padres que siguen ausentes se pongan las pilas.

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