Coronavirus
Los positivos resultados de la píldora Paxlovid, nueva arma de Pfizer contra la covid-19
Los expertos explican cuáles serán las implicaciones del tratamiento de Pfizer contra la covid-19 y si ayudará a finalizar la pandemia.
Los resultados fueron mejores de lo esperado. La píldora antiviral de Pfizer para tratar la covid-19 resultó tener casi 90 por ciento de efectividad para reducir el riesgo de admisiones al hospital y de muerte en los pacientes más vulnerables. Su desempeño fue tal que los investigadores, por razones éticas, tuvieron que detener el estudio para que todos los participantes pudieran beneficiarse.
En el trabajo, Paxlovid, nombre del medicamento, ocasionó que solo 1 por ciento de la población que lo tomó terminara en un hospital, comparado con 7 por ciento que resolvió la covid en su casa. El estudio fue hecho entre pacientes con riesgo de desarrollar covid severo, quienes tomaron la droga tres y cinco días después de que comenzaran los síntomas. Cerca de 70 participantes de 1.000 que recibieron el placebo terminaron en un hospital a los 28 días, comparados con 9 de 1.000 a los que se les ofreció Paxlovid.
No hubo muertes en quienes tomaron la droga, pero sí se presentaron diez fallecimientos entre aquellos que no. Los voluntarios del estudio que recibieron la píldora reportaron efectos secundarios leves y a una tasa más baja que los que ingirieron el placebo, una señal de que es segura.
Tendencias
Los mecanismos de ambas drogas son diferentes. La de Pfizer es un inhibidor de proteasa, como los usados para tratar el VIH y la hepatitis C, y lo que busca es detener la réplica del coronavirus al bloquear una enzima que este patógeno usa para ello. Su origen data de hace casi 20 años cuando se dio el brote de SARS.
A principios de 2020, Pfizer comenzó a modificar el diseño del medicamento para que pudiera usarse en el combate de la covid y tomarse en forma de píldora y no por vía intravenosa. La de Merck, por otra parte, funciona insertando errores en el código genético del virus para evitar que se replique.
Para algunos científicos, esto, más que un problema, es una ventaja, pues tener drogas que trabajen de forma diferente evitaría que el virus se haga resistente a ellas.
El tratamiento consta de 30 pastillas administradas durante cinco días e incluye diez píldoras de ritonavir, un antiguo fármaco contra el VIH que ayuda a la droga de Pfizera permanecer activa en el cuerpo por más tiempo. El ciclo del tratamiento de Merck suministra 40 píldoras durante cinco días.
Dentro del arsenal de los especialistas, también están los anticuerpos monoclonales. Según diversos estudios, reducen en 70 por ciento la posibilidad de hospitalización y muerte en pacientes de alto riesgo, pero son más costosos y difíciles de administrar. Un problema que se vislumbra es el acceso a la droga, pues los países más ricos ya han ordenado ciclos del tratamiento, aunque Albert Bourla, CEO de Pfizer, señaló que asegurará su distribución en todo el mundo.
Esta farmacéutica espera producir píldoras para más de 180.000 personas a finales de este año y para más de 21 millones en la primera mitad del próximo. Aunque la noticia es muy buena, no significa que la guerra contra la covid haya acabado. La vacunación sigue siendo el eje de la prevención, muy similar a lo que sucede con la influenza, en la que, a pesar de contar con un medicamento para tratarla (Tamiflu), su principal defensa es la vacuna.
Como lo dijo Annaliesa Anderson, directora científica de la división de vacunas bacterianas y medicina hospitalaria de Pfizer, “Estamos buscando protección y tratamiento de extremo a extremo. Tenemos ya la vacuna para la protección y ahora contamos con la posibilidad de recibir un tratamiento”.