Los potentes beneficios para el cuerpo de beber té en las noches

El té es una bebida ancestral que muchas personas incluyen en su dieta de manera regular. Sea en el día o en la noche, para algunos este alimento se vuelve parte de la rutina de alimentación. Tanto el té que se obtiene de la planta camellia sinensis, como las infusiones elaboradas a partir de otras hierbas resultan favorables para el organismo.

Quienes ingieren estas bebidas lo hacen para mejorar la digestión, calmar los nervios y hasta para dormir mejor, por eso muchas veces su consumo se realiza particularmente en las noches. De acuerdo con información de la Universidad de Harvard, las personas que consumen té podrían experimentar una mayor relajación mental, debido a que se trata de un producto rico en antioxidantes, que aporta propiedades antiinflamatorias.

La mencionada institución se centra principalmente en los beneficios que ofrece el consumo de té verde en las noches, según lo indica el portal Gastrolab de México. Además de brindar relajación, su ingesta también podría reducir el riesgo de desarrollar diabetes o alguna enfermedad cardiovascular, pues es un alimento que se adapta perfectamente a un estilo de vida saludable para el corazón, si no se consume en exceso.

En esta línea, el portal Healthline refiere algunos análisis que han demostrado que el té verde puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir los niveles de azúcar en sangre. “Un estudio realizado con japoneses descubrió que las personas que bebían más té verde tenían un 42 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2″, precisa.

En lo relacionado con el corazón, los resultados de las investigaciones apuntan a que el té verde puede mejorar algunos de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Entre ellos, se incluyen el colesterol LDL, conocido como malo y los triglicéridos.

Healthline asegura que este té incrementa de forma drástica la capacidad antioxidante de la sangre, lo que protege a las partículas LDL de la oxidación, las cuales son responsables de las cardiopatías. “Si tenemos en cuenta los beneficiosos efectos en factores de riesgo, no es una sorpresa que las personas que beben té verde tengan un 31 % menos de posibilidades de sufrir una cardiopatía”, precisa la citada fuente.

Además, según Gastrolab, hay otros estudios que sugieren que el cuerpo es más capaz de absorber los nutrientes durante el sueño, por lo que si se duerme bien, el organismo se mantendrá en una mejor condición de salud y dado que el té ayuda a relajar, su consumo antes de dormir resultaría benéfico, si no se hace en exceso, pues es una bebida cuya cantidad de cafeína es menor que la del café.

Este té cuenta con una sustancia llamada L-teanina, un compuesto que aumenta la capacidad de relajación en el organismo y, por tanto, evita que se tengan problemas para dormir.

Otras bebidas favorables para la noche

Además del té, las infusiones también pueden resultar favorables para consumir en la noche. Una de ellas es la de manzanilla, la cual no solo es efectiva frente a dolores gástricos, sino que también ayudar a dormir mejor, indica una publicación del medio digital Business Insider.

Cita un estudio elaborado sobre pacientes con insomnio crónico, cuyos resultados indican que aquellos a los que se les facilitó un extracto de manzanilla dos veces al día durante varias semanas lograron quedarse dormidos de manera más rápida y despertarse menos durante la noche que los que no lo tomaron.

Se dice que la capacidad que tiene esta planta para inducir el sueño, podría estar relacionada con ciertos flavonoides capaces de actuar como un tranquilizante suave sobre el sistema nervioso.

Otra opción es la valeriana. Business Insider cita una investigación realizada sobre 128 pacientes, la cual concluyó que aquellos que tomaban un extracto de raíz de valeriana afirmaban notar un aumento en la calidad general del sueño, quedándose dormidos más rápidamente y despertándose menos durante la noche.

Esto se debería a que esta hierba en el organismo logra inhibir descomposición de un ácido conocido como gamma-aminobutírico en el cerebro lo que induce a cierto estado de sedación y a una disminución de la actividad del sistema nervioso central.