SALUD
Los riesgos para la salud de comer carne roja todos los días
El consumo de este alimento debe limitarse en cantidades e inclinarse por los cortes magros.
Mucho se escucha hablar sobre los efectos que tiene para el organismo el consumo excesivo de carne roja, un tema que con frecuencia genera controversia. Este alimento se caracteriza por un importante aporte de proteínas de alta calidad; sin embargo, es clave no abusar de su ingesta.
Según información de la Fundación Mapfre, de España, este tipo de carnes, así como las vísceras del ganado vacuno, contienen más hierro que las blancas, pero también son más ricas en grasa y purinas, una sustancia que contribuye a la formación de ácido úrico, de ahí que los enfermos de gota deban abstenerse del consumo de carne roja.
Uno de los temas relacionados con la salud que más preocupa está relacionado con los efectos que este producto puede tener en el desarrollo de enfermedades como el cáncer. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS), evaluó la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de carne procesada.
En el primer caso, la clasificó como “probable carcinógeno para los humanos”, luego de realizar un análisis exhaustivo de literatura científica; mientras que en cuanto a la carne procesada, el resultado fue más contundente y los científicos la clasificaron como “carcinógena para los humanos”, conclusión que se basó en evidencia de que este tipo de productos causan cáncer colorrectal.
Tendencias
Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %, de ahí que la recomendación sea ingerir estos alimentos en pequeñas cantidades y no todos los días.
Otros riesgos
En un artículo publicado en el Huffington Post y escrito por Anna Rahmanan, el cardiólogo del instituto Mayo Clinic, Stephen Kopecky, asegura que en general las sustancias que contiene naturalmente la carne roja causan inflamación e irritación en el organismo y si bien se trata de una irritación mínima, con el paso de los años se va acumulando y puede provocar diversos problemas de salud como daños en las paredes de las arterias que deriva en arteriosclerosis, riesgo de infarto y embolias.
Al respecto, un artículo publicado en el diario digital Business Insider y escrito por Lia Tabackman, asegura que la carne roja tiene mayores niveles de grasas saturadas que la carne blanca y el consumo en exceso de estas grasas está relacionado con enfermedades cardíacas.
“Un pequeño estudio de 2019, financiado por los Institutos Nacionales de Salud (EE. UU.), señaló que la carne roja contiene TMAO, una sustancia química relacionada con las enfermedades cardíacas. Encontró que comer carne roja a diario triplicaba los niveles de TMAO en el torrente sanguíneo de los participantes en comparación con aquellos que solo comían carne blanca o fuentes de proteína que no eran cárnicas”, precisa la citada publicación.
Su importancia en la dieta
Esta carne aporta proteínas, nutriente esencial que potencia las reacciones químicas en todo el cuerpo y es el componente básico del cabello, las uñas y los músculos, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Asegura, además, que es importante obtener suficientes proteínas en la dieta porque el cuerpo no las almacena del mismo modo que acumula grasas o carbohidratos. “La cantidad que requiere depende de la edad, el sexo, el estado de salud y el nivel de actividad física”, precisa.
De igual forma, según Business Insider, este tipo de carne es una gran fuente de B12, un nutriente esencial necesario para la formación de glóbulos rojos, la función neurológica y la síntesis de ADN.
También aporta hierro, un mineral que ayuda a transportar oxígeno por el cuerpo. “La carne roja contiene hierro hemo, el tipo de hierro dietético que se absorbe más fácilmente”, indica el citado medio.
Para obtener estos nutrientes también se puede recurrir al consumo de carne blanca, ya que esta posee similar valor nutricional, pero contiene menos grasa y menos purinas, que consumidas en exceso se relacionan directamente con la aparición de enfermedades cardiovasculares, asegura la Fundación Mapfre.