Vida Moderna
Los riesgos para la salud de consumir mucha sal todos los días
De acuerdo con la OMS, hay un límite diario de consumo de sal, pues el exceso de esta conlleva al desarrollo de otras enfermedades riesgosas para la vida.
La sal es la principal fuente de sodio en la alimentación, el cual es necesario en el organismo para el correcto funcionamiento y equilibrio de los músculos, fluidos corporales y nervios; sin embargo, la cantidad requerida para ello es muy pequeña.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas consumen a diario de 9 a 12 gramos de sal, eso significa el doble de la ingesta máxima recomendada por los médicos.
Esta entidad recomienda que el consumo diario debería ser menos de cinco gramos, es decir, un poco menos que una cucharadita de sal por día. “En la alimentación, la sal puede provenir de alimentos elaborados, ya sea porque son particularmente ricos en sal (como platos preparados, carnes procesadas como el tocino, el jamón y el salame, quesos, tentempiés salados, fideos instantáneos, etc.), ya porque suelen consumirse en grandes cantidades (como el pan y los productos de cereales elaborados)”, subraya la OMS en su portal web.
Por otro lado, de acuerdo con la entidad, la sal “es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación”; sin embargo, su alto o bajo consumo puede provocar problemas en la salud. Por ello, aseguran que la recomendación del consumo de sal es de 5 gramos del producto al día para personas adultas, esto equivale a una cucharadita tintera”.
En ese sentido, se conocieron varios estudios que apuntan que el consumo excesivo de sal puede llevar al padecimiento de algunas enfermedades cardiovasculares, de estrés, entre otras.
Las consecuencias que podrían presentarse por una ingesta excesiva de sal son variadas, y dependen de la reacción de cada organismo y las comorbilidades que tenga cada persona. Entre las consecuencias más comunes, según el portal Mejor con Salud, están:
1. Retención de líquidos: el medio informa que cuando se come sal en exceso puede haber problemas en los riñones, pues tienen que trabajar más de lo normal. Esto provoca que almacenen agua en grandes cantidades y se complique su eliminación.
2. Problemas cognitivos: aunque los efectos de la sal no están comprobados por completo en este sentido, se especula que su ingesta excesiva puede provocar problemas cerebrales. Se ha dicho que, incluso, puede provocar déficit de atención.
3. Enfermedades gástricas: el exceso de sal puede provocar trastornos digestivos, entre estos, el desarrollo de la Helicobacter pylori, una bacteria que produce acidez estomacal. Esto se debe a que el sodio daña paulatinamente la capa de mucosidad que tiene el estómago, dejándolo más propenso a este tipo de afecciones.
4. Problemas del corazón: no permite que los músculos del corazón funcionen correctamente, pues aumenta la presión sanguínea que puede derivar en hipertensión y, si no es tratada, en ataques al corazón. El Instituto Mexicano del Seguro Social de México informa que también se pueden generar accidentes cerebrovasculares.
5. Osteoporosis: de acuerdo con el portal especializado Health Line el consumo excesivo de sal puede hacer que el organismo pierda calcio. En ese sentido, recomiendan evitar alimentos que contengan más del 20 % del valor diario recomendado de sodio.
6. Asma: una investigación del Hospital de Leicester (Reino Unido), citada por Mejor con Salud, afirma que aquellas personas que sufren asma y tienen una dieta rica en sodio, tienen más posibilidades de sufrir complicaciones.
¿Cómo reducir el consumo de sal?
El Noticiero Televisa reveló que para eliminar el exceso de sal en el cuerpo lo primero que hay que hacer es beber agua y el consumo diario de agua es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
Otra recomendación es reducir su consumo y algunas estrategias comprenden lo siguiente:
- No agregar sal durante la preparación de los alimentos.
- No poner saleros en la mesa.
- Limitar el consumo de tentempiés salados.
- Escoger productos hiposódicos (dieta que controla la ingestión de sodio).