Los síntomas de la menopausia que inciden en el riesgo de Alzheimer

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, explica que la menopausia es el cambio hormonal y corporal en una mujer, que ocurre cuando la menstruación se detiene. Es entonces que el cuerpo no produce suficientes hormonas, y esta es la razón por la que aparecen síntomas como los cambios en el estado de ánimo, aumento de peso, escalofríos, insomnio y sofocos.

Entre los cambios hormonales que experimenta una mujer se ven afectados órganos como el cerebro, incrementando factores de riesgo para que se desarrolle Alzheimer, asegura AARP que, tal y como lo explica, esto se debe a la disminución de estrógeno en la perimenopausia, lo que significa que la ansiedad, y la depresión suelen estar presentes.

En el artículo La menopausia afecta la estructura del cerebro humano, la conectividad, el metabolismo energético y la deposición de beta amiloide, presidida por Lisa Mosconi y publicado en la revista Scientific Reports confirma que hay variables que afectan el cerebro incluso el metabolismo de una mujer en la etapa de la menopausia, siendo los procesos cognitivos los más afectados.

La investigación da evidencia de la disminución de materia blanca y gris correlacionadas con el incremento de proteínas amiloides beta, que según la página científica, se relacionan con Alzheimer. Por esto, asegura que se necesitan más estudios que pretendan identificar y corroborar lo anterior.

Para mitigar el riesgo de alguna enfermedad no solo neurológica sino que física, se deben implementar hábitos saludables como el consumo de comida sana y ejercicio, que quizá, no elimine los factores de riesgo, pero sí disminuya la aparición de cualquier tipo de afección.

Según AARP la dieta mediterránea es apropiada para brindarle al cuerpo todas aquellas vitaminas y nutrientes que necesita, que puede ser acertada para mejorar la salud del cerebro del género femenino, durante esta etapa.

El estudio Dieta mediterránea y sus efectos benéficos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer, liderado por Arnoldo Miranda, Carolina Gómez-Gaete y Sigrid Mennickent, determinó que quienes vivían cerca del Mar Mediterráneo mostraban índices bajos de enfermedades cardiovasculares, por lo que asoció este tipo de alimentación con un mejor estilo de vida.

El mismo artículo nombrado define este plan de alimentación como aquel en el que las verduras, los cereales, las legumbres y el aceite de oliva son protagonistas en la alimentación, mientras que el consumo de carnes rojas y de grasas malas es mínimo.

Es así cómo concluye que una buena alimentación como la dieta mediterránea puede disminuir el desarrollo de Alzheimer y otras enfermedades crónicas, aumentando la longevidad y mejorando la calidad de vida.

Es entonces que una dieta balanceada será ideal para el cuerpo, siempre y cuando, se consuman alimentos ricos en vitamina C, E, D, omega-3 y fibras, excluyendo todos aquellos que son ricos en grasa ultraprocesada y saturada, porque no solo inciden en el aumento de colesterol, sino en el de peso, que no es fácil de contrarrestar porque en esta etapa de la vida, el metabolismo es más lento, ya que la grasa se desplaza a la zona abdominal.

A lo anterior se suma el estrés como“un sentimiento de tensión física o emocional” como consecuencia de una frustración o por una situación que produce nerviosismo, dice MedlinePlus, que afecta a una mujer con menopausia, porque cuando el cortisol se encuentra elevado, este puede ser perjudicial para el cerebro y su capacidad cognitiva.

Es de mencionar que la entidad americana señala que el estrés puede ser positivo cuando colabora en el cumplimiento de un objetivo, o quizá, evitar algún peligro. Sin embargo, cuando este sentimiento permanece es desfavorable para la salud.