Vida Moderna
Los síntomas que indican la falta de hidratación en el organismo
Todas las células y órganos necesitan agua para funcionar.
La deshidratación es una afección causada por la pérdida de demasiado líquido del cuerpo y ocurre cuando se pierden más líquidos de los que ingieren y el cuerpo no tiene suficientes líquidos para funcionar bien, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, la biblioteca explicó que una persona puede deshidratarse por lo siguiente:
- Diarrea.
- Vómitos.
- Sudar demasiado.
- Orinar demasiado (por ciertos medicamentos y enfermedades).
- Fiebre.
- No beber suficientes líquidos.
Adicional, señaló que algunas personas tienen un mayor riesgo de deshidratación y son:
- Adultos mayores: Algunas personas pierden la sensación de sed a medida que envejecen, por lo que no beben suficientes líquidos.
- Bebés y niños pequeños: Tienen más probabilidades de tener diarrea o vómitos.
- Personas con enfermedades crónicas que les causan orinar o sudar con más frecuencia: Como diabetes, fibrosis quística o problemas renales.
- Personas que toman medicamentos que les hacen orinar o sudar más.
- Personas que hacen ejercicio o trabajan al aire libre cuando hace calor.
Así las cosas, los síntomas de deshidratación incluyen:
Tendencias
- Tener mucha sed.
- Boca seca.
- Orinar y sudar menos de lo habitual.
- Orina de color oscuro.
- Piel seca.
- Sensación de cansancio.
- Mareos.
En bebés y niños pequeños, los síntomas de deshidratación incluyen:
- Sequedad de boca y lengua
- Llorar sin lágrimas
- No mojar los pañales por 3 horas o más
- Fiebre alta
- Tener sueño o somnolencia inusual
- Irritabilidad
- Ojos que parecen hundidos
La deshidratación puede ser leve o lo suficientemente grave como para poner en peligro la vida. Consiga ayuda médica de inmediato si los síntomas también incluyen:
- Confusión.
- Desmayo.
- Falta de micción.
- Latidos rápidos.
- Respiración rápida.
- Shock.
Por su parte, es importante señalar que Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló en su portal que el agua hace posible todo lo siguiente:
- Elimina los desechos a través de la orina, la transpiración y las deposiciones.
- Mantiene la temperatura en niveles normales.
- Lubrica y amortigua las articulaciones.
- Protege los tejidos sensibles.
Otro beneficio es que beber agua en las mañanas estimula el reflejo gastrocólico, que hace que al ingerir alimentos con el estómago vacío se produzcan movimientos peristálticos en el intestino, lo que genera que el organismo pueda defecar mejor, de acuerdo con Beatriz Robles, del Instituto de Medicina de Estados Unidos.
El agua también tiene fines estéticos, ya que en ayunas mejora la salud de la piel y hace verla más hidratara y reluciente. Además, es beneficiosa para los músculos y articulaciones.
De otro lado, el exceso de agua también es malo, pues “produce una disminución de sodio en la sangre que puede provocar, una sintomatología que será más grave dependiendo más de la rapidez de instauración que de la concentración de sodio. De esta forma, puede ir apareciendo cefalea, letargia y obnubilación, pudiendo llegar a provocar convulsiones y coma”, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
¿Cuánta agua se necesita al día?
El consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve.
Además, el consumo de agua puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día, por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua para cubrir la pérdida de líquidos. Asimismo, si el clima es cálido y se suda más, es recomendable aumentar la ingesta de agua, o si una mujer está embarazada, es posible que necesite más líquidos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.