Vida Moderna
Los tipos de dolores que se eliminan consumiendo complejo B
Estos dolores se centran en la espalda, cabeza y extremidades inferiores
El dolor de espalda es un problema de salud pública que afecta a gran parte de la población. Esta es la causa más frecuente de limitación de actividad laboral en individuos menores de 50 años.
Además, esta afección es causada de forma más frecuente en mujeres. La mayoría tiene su origen en problemas osteomusculares y profesionales, aunque el 23% desconoce la causa. Estos dolores se centran en la espalda, cabeza y extremidades inferiores.
Causas del dolor de espalda
El origen del dolor de espalda se encuentra en lesiones, alteraciones o disfunciones de los elementos de la columna vertebral, que incluyen tanto estructuras neurales -médula, raíces y plexos nerviosos- como musculares -esqueléticas y articulaciones-.
El 90 % de los casos de dolor de espalda, sea cual sea el segmento donde se producen, son de tipo mecánico y su pronóstico es bueno. Algunas causas mecánicas que se pueden ocasionar al dolor de espalda son: sobrecarga muscular, contracturas, tortícolis, déficits musculares, esguinces o hernia discal, entre otras.
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Por otro lado, el dolor de espalda de tipo inflamatorio suele presentarse en personas jóvenes, menores de 40 años, con un comienzo gradual y durante más de tres meses. El dolor puede aliviarse con actividad física, pero puede provocar el despertar durante la noche y la rigidez matutina durante más de 30 minutos. La molestia puede empeorar tras largos períodos de inactividad.
En ocasiones, se puede encontrar una causa orgánica que explique la sintomatología, como por ejemplo: artritis, patología reumática, patología traumática, deformación o malformación espinal, etc.
¿Cómo aliviar el dolor de espalda?
En el dolor agudo de espalda, el tratamiento farmacológico se basa en el uso de analgésicos y antiinflamatorios (AINE). Estos pueden utilizarse solos o asociados a paracetamol, durante menos de 12 semanas. El paracetamol no debe utilizarse a dosis superiores de 3 gramos al día, y en caso de manejar dosis altas, se debe tener precaución tanto con la hepatotoxicidad como con los posibles efectos adversos gastrointestinales.
En este sentido y, con el fin de evitar una posible toxicidad en el abordaje de este tipo de dolor cuando aparece de manera recurrente, la utilización de analgésicos y antiinflamatorios puede combinarse con otros medicamentos que sean efectivos en la prevención y tratamiento de dolores de espalda como las vitaminas del grupo B.
Vitaminas del grupo B para el dolor de espalda
Las vitaminas del complejo B, específicamente tiamina o vitamina B1, piridoxina o vitamina B6 y cianocobalamina o vitamina B12, se han utilizado solas o en combinación como complementos alimenticios en casos de deficiencia sérica. Estas vitaminas tienen efectos farmacológicos como la analgesia que, aunque poco difundido, se ha probado de manera experimental y clínica. Cada una de ellas tiene unas funciones determinadas en diferentes procesos:
- La vitamina B1 (Tiamina), juega un importante papel en numerosos procesos metabólicos y es clave en la producción de energía a través de los hidratos de carbono. Además, es fundamental en la contracción muscular y la conducción de las señales nerviosas, participando en la formación de numerosos neurotransmisores, sustancias químicas encargadas de transmitir mensajes por todo el sistema nervioso, aspecto clave para inhibir el dolor.
- La vitamina B6 (Piridoxina), es clave en la regulación del metabolismo de grasas y proteínas y para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Desempeña un papel esencial en el sistema nervioso ya que está implicada en el metabolismo de neurotransmisores (serotonina, norepinefrina, dopamina). Además, sirve como catalizador de las primeras etapas de la biosíntesis de la esfingosina y participa en la formación de los constituyentes esenciales de las vainas de mielina de las células nerviosas.
- La vitamina B12 (Cobalamina o cianocobalamina), es indispensable en la formación y maduración de los glóbulos rojos en la médula ósea y para el correcto funcionamiento neuronal. Asociada a la vitamina B1 y B6 se utiliza para el tratamiento de distrofias musculares o inflamación de los nervios (ciática, lumbago).
En conclusión, las vitaminas B1, B6 y B12 tienen efecto analgésico, sobre todo cuando se administran las tres en combinación. Parece que las altas dosis de estas vitaminas pueden aliviar el dolor agudo y potenciar la analgesia causada por no opioides, como antiinflamatorios no esteroideos y metamizol.