PANDEMIA

Informe Especial: ¿Cómo funcionaría la vacuna de Pfizer contra el coronavirus?

Una vacuna efectiva contra la covid-19 por fin se ve al alcance, aunque muchos pasos deben superarse antes de que esté disponible en Colombia en 2021. Así funcionaría en el cuerpo y así se aplicaría en el país.

15 de noviembre de 2020
Aunque la vacuna no es una solución mágica, su posible aparición ha llenado de optimismo al mundo.

Era la noticia que todos estaban esperando. El lunes Pfizer anunció que la vacuna que desarrolla junto con BioNTech tiene una eficacia del 90 por ciento. Esa cifra superaba la expectativa de la comunidad científica. El estudio de fase tres arrancó en julio. Se realizó en tres continentes diferentes y con 44.000 participantes que clasificaron en dos grupos: uno recibió la verdadera, y al otro, el de control, le inyectaron un placebo de solución salina. Ni los médicos ni los participantes sabían quién recibía qué.

El domingo pasado, 94 de ellos ya presentaban una infección sintomática de covid-19. Eso fue suficiente para que un comité independiente que monitorea el ensayo estudiara la eficacia del medicamento. Si una persona tira al aire 94 veces una moneda y 86 de ellas sale cara es porque la moneda está sesgada. Lo mismo pensaron los expertos cuando vieron que de los 94 infectados, un porcentaje tan mínimo que podría contarse con los dedos de las manos había sido vacunado con el medicamento real; el resto había tomado el placebo.

Esto significa que la mayoría de los contagiados pertenecía al grupo que había recibido el placebo y no la vacuna. Por lo tanto, el resultado no podía ser un asunto del azar. La conclusión del comité fue que la vacuna tenía una protección del 90 por ciento, mucho más del 60 por ciento que esperaba la FDA para su aprobación. El anuncio fue una bomba. Los titulares de los principales periódicos en el mundo describieron el hecho en sus portadas como “milagro de la ciencia”, “un gran día para la humanidad”, mientras que otros dijeron que era el hito que volvería a normalizar al mundo el año entrante.

Así mismo, esa información desató la euforia en los mercados de valores el lunes. De hecho, los índices accionarios en Wall Street repuntaron durante varios días en Asia y en Europa. La valorización de acciones no solo se vio en firmas tecnológicas, sino también en otras de sectores que han sido castigados por la pandemia. Para los inversionistas la noticia se convirtió en un bálsamo, después de la horrible noche que han vivido las industrias, los bancos, las compañías de servicios y los comercios tras las cuarentenas.

La ola de optimismo repuntó el miércoles en la tarde, cuando el principal experto en enfermedades infecciosas en Estados Unidos, Anthony Fauci, reveló que la vacuna del grupo biotecnológico Moderna anunciaría en los próximos días resultados tan positivos como los de Pfizer. La esperanza de tener pronto una vacuna efectiva para controlar la pandemia se ha convertido en el principal impulsor de los mercados de valores en el ámbito global. Aunque aún no se puede afirmar que el solo anuncio de la efectividad de una vacuna acelerará la reactivación económica mundial, que según el Fondo Monetario Internacional registrará en 2020 una caída del 4,4 por ciento. Pero sí reduce la enorme incertidumbre suscitada por meses de encierro y por las malas noticias de una segunda ola de contagios.

¿Cómo funciona?

Las vacunas convencionales se basan en virus desactivados que cuando se inyectan estimulan al sistema inmune para que aprenda a combatir el patógeno. De esta manera, cuando llega el bicho real, ya sabrá qué hacer. Esta técnica ha sido muy exitosa, pero tarda mucho tiempo en desarrollarse y aprobarse. En cambio, la de Pfizer cuenta con una novedosa tecnología que nunca antes había sido probada. En lugar de inocular un virus, introduce un código RNA mensajero con las instrucciones para crear la proteína de la corona del virus, la misma que este usa para abrir e infiltrar la célula humana. La persona inoculada produce copias de esa proteína, aunque no del resto del virus. Y una vez el cuerpo la detecta, aprende a producir anticuerpos neutralizantes. En caso de una infección real, estos impiden que el virus llegue a infectar nuevas células.

Los resultados de esta vacuna son preliminares, y el estudio continuará hasta completar 164 casos de infección a fin de tener más datos con los cuales probar que ese 90 por ciento de efectividad se mantiene. De ser así, sería un hito. Para dar un ejemplo, la efectividad de la vacuna de influenza fluctúa entre 40 y 60 por ciento, mientras que con las dos dosis requeridas en la de sarampión hay una protección de 97 por ciento. Un valor de 90 por ciento de efectividad excede todas las expectativas, pues muchos esperaban que la vacuna contra el coronavirus no fuera superior a la de la influenza.

En esta fase de la investigación resulta crucial que haya más infectados para ver cómo es el comportamiento real de la vacuna en el campo, y no solo en el laboratorio. De igual manera, aún falta resolver interrogantes como si funciona mejor en adultos mayores o en jóvenes, por cuánto tiempo protege, si impide la transmisión o solo la enfermedad y si previene la covid severa. Luego de responder estas preguntas, Pfizer tendrá que hacer un análisis de los datos, lo que tomará tres semanas más. Una vez estén listos, se someterán a las agencias reguladoras, lo que podría tomar otras tres semanas. Así las cosas, y si todo sale bien, la vacuna estaría lista en el primer trimestre de 2021.

El éxito de Pfizer probaría que otras vacunas que utilizan este novedoso concepto serían también exitosas, como la de Moderna, que pronto anunciará resultados. Igualmente, hay estudios clínicos en fases tempranas con vacunas de RNA en China, Inglaterra,India, Singapur, Corea del Sur y Tailandia. De ser exitosas, “2020 será recordado como el año en que las vacunas tradicionales fueron suplantadas por las genéticas”, dice el escritor Walter Isaacson, voluntario de la vacuna de Pfizer y quien está escribiendo un libro sobre edición genética. Las de Astrazeneca, Johnson & Johnson y Novavax no usan esta tecnología, pero también tienen como objetivo la proteína de la corona del virus.

¿Cuándo llega a Colombia?

Tener una vacuna efectiva, sin embargo, no significa que la pandemia haya terminado. Hay un número limitado de inyecciones disponibles en este momento, por lo que la producción para cumplir con la demanda será un desafío. La distribución también será un gran reto. Para el caso de Colombia, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, ha dicho que si Pfizer consigue la aprobación necesaria, ya hay un plan para distribuirla y aplicarla a los ciudadanos. “En el país tenemos bastante experiencia en el manejo, almacenamiento y logística de vacunas de una, dos e incluso tres dosis. Aplicamos al año 30 millones de dosis en Colombia; no es un tema nuevo”, aseguró.

En cuanto a la distribución, enfatizó que ya están disponibles al menos 15 lugares con cuartos para mantener la cadena de frío. Así mismo, empezarán a construirse más ultracongeladores en cinco ciudades del país. Estos, en total, podrían almacenar las primeras 15 millones de dosis, que se espera lleguen al país en 2021.

Para la vacuna de Pfizer, no obstante, dichos congeladores no serían del todo necesarios, pues como explicó el ministro, la farmacéutica garantiza la entrega del producto ultracongelado hasta el punto de aplicación de la vacuna. Una vez allí, cada institución tiene un promedio de 10 a 20 días para aplicar la inyección. La logística tendrá que ser milimétrica y requerirá meses de planeación sobre cómo almacenar, transportar y distribuir la vacuna. La razón es que la inyección fabricada por Pfizer y BioNTech debe almacenarse a -70 grados celsius para conservar el material genético frágil, mucho más frío de lo que requieren la mayoría de medicamentos y vacunas.

Según ha explicado la compañía, las dosis se pueden mantener en un congelador de temperatura ultrabaja hasta por seis meses; o por cinco días a 2-8 grados celsius, es decir, un tipo de refrigeración comúnmente disponible en los hospitales. Así las cosas, los nuevos congeladores ultrafríos entrarían a apoyar en caso de ser necesario. O en un escenario en el que, por ejemplo, llegaran a Colombia vacunas de otras compañías que sí requieran de dichas condiciones. En cualquier caso, el procedimiento sería el siguiente: llegan al país, se depositan en las áreas de congelación que tiene el ministerio en el territorio nacional, y de ahí se distribuyen inmediatamente a las diferentes IPS para su aplicación. Con la candidata de Pfizer, la persona necesitará dos inyecciones en un periodo de tres meses, y la protección contra la covid-19 se desarrolla un mes después de la primera inoculación.

En cuanto a quiénes tendrán prioridad para recibir la vacuna, el jefe de la cartera ha dicho que el objetivo será inmunizar primero a las personas con mayor riesgo de muerte: mayores de 60 años y aquellos con comorbilidades, así como profesionales de la salud. Posteriormente, se procedería a vacunar a otras poblaciones en el territorio nacional para crear inmunidad colectiva. En todos los casos, la vacuna sería gratis. Sin embargo, no se espera que eso suceda antes del primer trimestre de 2021.

Covax, el mecanismo mundial al que ingresó Colombia para garantizar su acceso a las vacunas, tiene un compromiso de entregar 10 millones de dosis a partir del segundo semestre de 2021. No obstante, el país estaría trabajando en acuerdos bilaterales con Pfizer y otras compañías para anticipar el proceso y lograr comprar otras 5 millones de dosis, que estarían disponibles entre febrero y marzo de 2021.

Lo más probable es que lleguen otras buenas noticias con respecto a las vacunas, pues las 11 candidatas que llevan la delantera están por terminar sus estudios de fase tres. Lo duro para el público es que aún ninguna rescatará al mundo de la pandemia en los siguientes meses, que podrían ser, por las fiestas de fin de año, mucho más críticos que en la primera ola. Eso significa que las medidas restrictivas como cuarentenas, distanciamiento físico y tapabocas seguirán en vigencia a pesar de que la gente ya esté agotada con ellas. La proyección de los expertos en el tema es que el público en general podría acceder a la vacuna en el segundo semestre de 2021. Así las cosas, aunque tras casi un año de crisis sanitaria por fin haya una luz al final del túnel, lo más difícil será la espera.

De inmigrantes a billonarios

Ozlem Tureci y Ugur Sahin, creadores de la vacuna que pondría fin al coronavirus, salieron de Turquía a los 4 años junto con sus familias rumbo a Alemania. Aunque ella quería en un comienzo ser monja, ambos se dedicaron a la medicina. Más tarde se encontraron en el hospital de la Universidad de Saarland, en Homburg, gracias a su interés por desarrollar métodos para que el sistema inmune impidiera el crecimiento del cáncer. En 2001 fundaron la compañía Ganymed Pharmaceuticals, especializada en anticuerpos monoclonales que reconocían los tumores, y que en 2016 vendieron por 1.400 millones de dólares.

La pareja, de 53 y 55 años, se casó en 2002, pero no hubo luna de miel. A la mañana siguiente volvieron al laboratorio, se enfundaron la bata blanca y a trabajar. En 2008 fundaron BioNtech para crear vacunas personalizadas en cáncer, sin embargo, con la aparición del coronavirus adaptaron toda esa tecnología para hacer una vacuna contra la covid-19. Pfizer se interesó en la propuesta.

El año pasado, BioNTech había vendido acciones al público. Por eso, en los meses recientes su valor sobrepasó los 21.000 millones de dólares, con lo que saltaron a las listas de más ricos en Alemania. Su compañía hoy vale más de 20.000 millones, lo mismo que Porsche y Deutsche Bank. A pesar de los grandes números, ellos solo piensan en ciencia, van en bicicleta al laboratorio, son de bajo perfil y celebraron la noticia en casa con té turco.

Escuche un podcast sobre la vacuna de Pfizer: