Vida moderna
¿Mala alimentación? Estas son las enfermedades que puede causar
Es importante tener una dieta equilibrada.
La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de tener una alimentación balanceada que brinde los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano, así como para evitar complicaciones de salud. “Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”.
Para recibir una asesoría personalizada, teniendo en cuenta las necesidades individuales de cada persona y conocer una dieta adecuada, se debe consultar a un médico y a un nutricionista para tener información correcta. “Para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas. Si lo hacemos así, estamos diciendo que tenemos una alimentación saludable”, detalla el Ministerio de Salud.
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, brindan algunas recomendaciones para tener en cuenta al momento de preparar las comidas:
- Incluir diferentes alimentos de los diversos grupos: frutas, verduras, cereales enteros, productos lácteos bajos en grasa y proteína magra.
- Incluir alimentos que puedan adquirirse fácilmente en la tienda local.
- Agregar productos que sean de gusto y que se acomoden al presupuesto económico.
Cuando no se tiene una alimentación saludable se puede sufrir de malnutrición. Esta es una de las complicaciones de salud más conocida. Sin embargo, no es la única.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “el término «malnutrición» se refiere a las carencias, los excesos y los desequilibrios de la ingesta calórica y de nutrientes de una persona. Abarca tres grandes grupos de afecciones: desnutrición, malnutrición y; sobrepeso y obesidad y enfermedades no transmisibles asociadas con la alimentación”.
El sitio web Business Insider señala algunas de las enfermedades que puede causar una mala alimentación:
- Alzheimer.
- Obesidad.
- Osteomalacia.
- Hipertensión.
- Diabetes.
- Enfermedades oculares.
- Afecciones cardiovasculares.
- Cáncer.
- Déficit en la función cerebral.
- Anemia.
- Apnea del sueño.
- Síndrome de ovario poliquístico.
Consejos para una alimentación saludable
La diversidad, los colores y la variedad en una dieta es importante para que el organismo obtenga los nutrientes necesarios y funcione correctamente. Se debe tener en cuenta que es importante consultar a un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada, según las necesidades nutricionales de cada individuo. No es recomendable hacer dietas extremas y menos sin la supervisión de un médico.
”Las dietas de moda pueden prometer resultados rápidos, pero estas dietas limitan la cantidad de nutrientes que ingieres, pueden ser poco saludables y tienden a fallar a largo plazo”, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La Organización Mundial de la Salud explica las características de una alimentación saludable:
- Debe incluir frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
- Mínimo cinco porciones de frutas y hortalizas al día; excepto papas y otros tubérculos feculentos.
- La ingesta calórica total de azúcares libres (aquellos que se agregan a las bebidas como la miel, jarabes, etc) debe ser menos del 10 %, en el caso de un individuo con un peso corporal saludable y el cual consuma alrededor de 2000 calorías diarias.
- La ingesta calórica diaria de grasas debe ser menos del 30 %. Las grasas no saturadas son más saludables que las grasas saturadas. Según indica la OMS las grasas trans producidas industrialmente se deben evitar.
- Consumir menos de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharada pequeña.
Adicionalmente, los CDC recomiendan moderar el consumo de los azúcares libres. “Para obtener mayores beneficios se recomienda reducir su consumo a menos del 5 % de la ingesta calórica total”, recomiendan los CDC.