SALUD
¿Mala memoria? Aprenda cómo tomar ginseng para mejorarla
El ginseng posee ginsenósidos, sustancias que le conceden propiedades estimulantes y que ayudan a revitalizar el organismo.
El ginseng es una planta que tiene una larga tradición medicinal en las culturas asiáticas y americanas. Sus raíces contienen sustancias químicas activas llamadas ginsenósidos, a las que se le atribuye, en buena medida, sus propiedades medicinales como reconstituyente físico, mental y sexual.
Proviene de una familia del género de plantas panax, de las cuales sus principales variedades son el coreano, americano y siberiano, que tienen características similares, aunque difieren en algunas propiedades, precisa el portal Nutrición y Farmacia, de España.
Una de las principales bondades que se dice tiene esta planta es que aumenta el rendimiento físico y mental. Algunos estudios científicos han confirmado que refuerza la capacidad de las personas en estados de agotamiento psicofísico, aminorando los efectos del cansancio y fungiendo como un excelente reconstituyente.
Según el portal Saber Vivir, la ingesta de esta planta puede mejorar de manera apreciable la memoria, favorecer el aprendizaje y aumentar la capacidad de comprensión. Esto está relacionado con el efecto vasodilatador que tiene el ginseng, que ayuda a que exista una buena circulación sanguínea en el cerebro.
Tendencias
El Instituto de Neurobiología y Neurología Funcional, de España, indica que a nivel cerebral tiene efecto nootrópico, mejorando las funciones cognitivas y con efectos particulares en la enfermedad de Alzheimer.
Sistema inmunológico
Por otro lado, según Nutrición y Farmacia, el ginseng activa el sistema inmunológico. “Investigaciones médicas han probado la eficacia de sus componentes ginsenósidos en la proliferación de los linfocitos, resultando efectivo en el caso de pacientes con capacidad inmunológica deprimida y contribuyendo a aumentar las defensas contra agentes tóxicos”, precisa este sitio web.
De igual forma, ayuda al sistema cardiovascular. En dosis apropiadas puede reducir la presión arterial, la posibilidad de formación de trombos y el nivel de frecuencia cardíaca. Además, se cree que puede ser eficaz en la prevención de la arteriosclerosis.
También tiene la capacidad de prolongar la funcionalidad del organismo en personas mayores, debido a que, fortalece su sistema inmunológico, circulatorio y sus funciones cerebrales, por lo que ayuda a tener una mejor calidad de vida en la vejez.
Más beneficios
Es un tratamiento coadyuvante de la diabetes y, dicen los expertos, esto obedece a que estimula el incremento del nivel de insulina, en parte, por las propiedades de los ginsenósidos.
Dado que actúa como calmante, ayuda a prevenir la formación de úlceras originadas por estrés. Además, el extracto tiene el poder de prevenir la actividad antigastrítica y ulcerosa, pues disminuye la producción de ácido clorhídrico en el sistema digestivo.
Algunas investigaciones médicas indican que quienes consumen el ginseng asiático reducen el riesgo de padecer cáncer de pulmón, hígado, páncreas, ovarios y estómago, debido a que detiene el crecimiento de los tumores.
Por último, combate la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. Diversos estudios avalan estas capacidades. Al parecer, puede aumentar la producción de óxido nítrico, un compuesto que fomenta la relajación muscular en el pene e incrementa la circulación sanguínea.
¿Cómo consumirlo?
El ginseng puede consumirse de varias maneras, gracias a que se puede encontrar en diferentes presentaciones. La recomendación es tomar de cinco a ocho gramos de ginseng al día.
Por ejemplo, en polvo solo basta con mezclar una cucharada sopera en las principales comidas; en forma de suplemento se puede tomar de una a tres cápsulas diarias y en té se puede consumir de tres a cuatro tazas diarias.
No obstante, los especialistas aclaran que el ginseng no debe consumirse continuamente y tiene mejores efectos cuando se utiliza por un corto período de tiempo, pues su uso extendido puede generar efectos contrarios. Sin embargo, la recomendación siempre es consultar con el médico, pues puede generar reacciones secundarias como náuseas, vómitos, diarrea y dolores abdominales.