VIDA MODERNA
Manchas y envejecimiento por el sol: así se pueden prevenir
La exposición continua a los rayos solares puede ser dañina para la piel.
El órgano más grande del ser humano es la piel, que cubre todo el cuerpo desde el dedo más pequeño del pie hasta el rostro. Esta, como cualquier otra parte del organismo, tienen diversas funciones que son necesarias para el mantenimiento de la buena salud.
De acuerdo con la explicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, la piel no solo actúa como una barrera protectora ante los agentes externos que pueden dañar los tejidos al interior, sino que también favorece la regulación de la temperatura, la absorción de nutrientes y mitiga el impacto de los rayos solares sobre el cuerpo.
Por ello es importante cuidarla y evitar las lesiones que puedan causar un daño permanente, al ser la primera línea de defensa contra las bacterias y gérmenes. Tener una piel sana también puede ser una cuestión estética, en la medida en que la apariencia del cutis, por ejemplo, puede provocar inseguridades o incomodidad si no se ve fresca y joven.
Esto último ocurre sobre todo durante la etapa del envejecimiento, cuando se comienzan a presentar los signos iniciales del paso del tiempo sobre la cara, tales como las manchas, las arrugas, la pronunciación de las líneas de expresión y cicatrices pasadas. Para evitar que esto ocurra es necesario tener cuidados básicos de la piel dentro de la rutina personal.
¿Por qué se debe proteger la piel del sol?
La exposición a la luz solar tiene innumerables beneficios para los seres humanos, debido a que realizar actividades al aire libre puede ser idóneo para disfrutar de un tiempo en tranquilidad, regular las emociones y estimular al cuerpo, pero además porque a partir del sol se obtiene vitamina D, un nutriente esencial para la formación y mantenimiento de los tejidos.
Pero a la hora de hacerlo es importante tomar ciertas precauciones para evitar que una práctica con múltiples propiedades se convierta en un factor nocivo para la salud. De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, cuando no se usa ninguna clase de protección solar al estar en el exterior, es posible que se aumente el riesgo de padecer lesiones que conlleven al cáncer de piel.
Entre otras consecuencias de la exposición continua a la luz del sol, pueden aparecer con mayor rapidez las señales del envejecimiento, como las manchas. ”A medida que usted envejece, es más difícil para su piel repararse a sí misma. Con el tiempo, el daño ultravioleta puede perjudicar a la piel”, explican desde los Institutos Nacionales de Salud.
Según la sección de belleza del medio Es Diario, esto es aún más probable cuando se consumen ciertos medicamentos que hacen que la piel sea más propensa a pigmentarse, de forma que se presentan marcas sobre la dermis; entre esos se listan los antibióticos, los anticonceptivos y algunos antidepresivos.
Teniendo en cuenta lo anterior, lo primordial es consultar al médico para poder conocer la manera en que el tratamiento interactúa con la exposición a la luz solar. Entre tanto, se sugiere limitar la cantidad de tiempo que se pasa al aire libre, sobre todo en los momentos en que el sol es más fuerte, como entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer.
Otra de las recomendaciones de los expertos tiene que ver la protección solar, que va más allá del bloqueador e incluye el uso de prendas largas, sombreros, gorras y otros elementos de vestuario que cubran las zonas expuestas de la piel.
Sobre el bloqueador, algunos consejos:
- No aplicar la misma crema solar en el rostro y en el cuerpo (generalmente, los productos diseñados para el rostro son menos pesados)
- Escoger un bloqueador que tenga el factor de protección solar ideal según la necesidad que se tenga. Puede ser de 15, 30 o 50.