Vida Moderna
Mejores alimentos para el corazón, según la Asociación Americana del Corazón
El corazón está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo.
El corazón es un órgano del tamaño aproximado de un puño, está compuesto de tejido muscular y bombea sangre a todo el cuerpo, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Además, según la Fundación Española del Corazón, este es un órgano muscular (miocardio) y, como todos los músculos, necesita para su funcionamiento oxígeno y nutrientes, por ello, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por su siglas en inglés) actualizó la guía de recomendaciones dietéticas para preservar la salud cardiovascular.
Lo primero que sugieren expertos es el consumo de muchas frutas y verduras, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una persona debe ingerir más de 400 gramos de estos alimentos a diario para mejorar su salud en general y reducir el riesgo de presentar ciertas enfermedades no transmisibles.
La otra recomendación es consumir cereales integrales: “La ingesta diaria (no ocasional) de alimentos elaborados con cereales integrales (en al menos 51 % de su composición) no solo se asocia a un menor riesgo de cardiopatía isquémica, sino que, debido a su contenido en fibra, también tiene efectos beneficiosos para la microbiota intestinal”, le señalaron los expertos de la Asociación al portal Cuídate Plus.
Asimismo, la guía de ese portal señala que es ideal priorizar las proteínas de origen vegetal (fríjoles, nueces, granos). Hay que señalar que Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que la cantidad de proteína que necesita una persona dependerá de las necesidades generales de calorías.
Sin embargo, se indica que la ingesta diaria recomendada de proteína para los adultos saludables es de 10 a 35 % de sus necesidades calóricas totales. Por ejemplo, una persona que consume una dieta de 2.000 calorías podría comer 100 gramos de proteína, lo que proporcionaría el 20 % de su total de calorías diarias.
Otro alimentos importantes son las carnes magras y el pescado al menos dos veces por semana, ya que son una buena fuente de omega 3. “Las personas que consumen pescado y otros mariscos corren un menor riesgo de presentar varias enfermedades crónicas. Sin embargo, no está claro si estos beneficios para la salud vienen simplemente por comer estos alimentos o del omega 3 en ellos”, según el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
La siguiente recomendación es consumir lácteos bajos en grasa. “Se deben consumir de dos a tres raciones de lácteos al día, dependiendo de la edad y de la situación fisiológica. En adultos, es recomendable que estos lácteos sean de bajo contenido graso, ya que aportan menos energía, ácidos grasos saturados y colesterol”, le dijo al portal Teresa Partearroyo, integrante del Comité de Nutrición de la Fundación Española del Corazón (FEC) y profesora de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo.
Por su parte, la AHA reveló otros métodos para prolongar la salud del corazón:
1. Mantener bien los niveles de glucosa: pues los niveles altos de glucosa en la sangre (hiperglucemia) pueden ser un signo de diabetes, una enfermedad que causa enfermedad del corazón, ceguera, insuficiencia renal y otras complicaciones.
2. Controlar la presión arterial: porque la presión arterial alta (hipertensión) es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causar problemas de salud, como una enfermedad cardíaca, de acuerdo con Mayo Clinic.
3. Mantener los niveles de colesterol dentro de los límites aconsejados: ya que la entidad sin ánimo de lucro explicó que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y, con el tiempo, estos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.