Memoria fotográfica: estas son algunas técnicas para desarrollarla rápidamente

La memoria se puede definir como la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. Es la que les permite a las personas recordar hechos, ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y todo tipo de estímulos que ocurrieron en el pasado.

Existen diferentes tipos de memoria humana, entre los que se encuentran la que es a largo plazo, a corto plazo y la llamada fotográfica, que es una capacidad de memorizar datos, acontecimientos o imágenes de manera rápida y eficaz, recordándose esta información largo tiempo después de ser procesada, según información del medio digital especializado en psicología y salud Lifeder, de España.

De acuerdo con los expertos, hay personas con una gran memoria que tienen mucha facilidad para recordar información y con algunas técnicas y consejos pueden potenciar esas habilidades, recordando más cosas en menos tiempo y aprendiendo a pasar lo aprendido a la memoria de largo plazo para retener la información durante períodos más extensos, según indica el portal Psicología Online, el cual admite que se requiere de mayor investigación para comprobar si este tipo de memoria realmente existe.

Diferentes estudios y especialistas afirman que la capacidad para memorizar no es genética ni puede entrenarse. Sin embargo, hay algunos expertos, como el campeón mundial de memorización, Ramón Campayo, que han desarrollado métodos para ello que pueden ponerse en práctica para potenciar la memoria, de acuerdo con el portal Medical Óptica, de España.

Estos son algunos trucos que pueden utilizarse para fortalecer y desarrollar la memoria fotográfica, que es más común, según los especialistas, en los niños que en los adultos.

1. Abrir una revista que contenga fotos de paisajes, personas o interiores de casas, por ejemplo. Se elige una foto cualquiera y se mira atentamente durante unos instantes (un minuto máximo). Se cierra la revista y se trata de recordar lo que más se pueda de la imagen.

2. Estando en una habitación de la casa, una sala o un lugar cualquiera, se mira atentamente lo que hay delante. De nuevo, durante un minuto máximo, se cierran los ojos y se trata de comprobar cuánto se recuerda.

3. Método de asociación absurda: para recordar una lista complicada o simplemente dónde se dejan las cosas, se puede emplear este método. Se trata de imaginar el objeto que se va a guardar o la palabra que se va a estudiar en una situación rara o absurda. Por ejemplo, se puede imaginar que se van a guardar las llaves en el cajón de la mesita de noche. Para esto se puede inventar una historia absurda como, por ejemplo, que las llaves bailan sobre la mesa y saltan al cajón. Entre más rara sea la historia, más fácil será de recordar.

4. Asociación: la asociación es uno de los principales ejercicios para desarrollar memoria fotográfica. Si la persona asocia la información que debe memorizar, le resultará más fácil hacerlo. Por ejemplo, para recordar un nombre o una persona se puede asociar con alguien a quien se conoce. Se puede imaginar a dicha persona caracterizada como el personaje histórico. Si se está estudiando la antigua Roma, para recordar a Julio César se puede asociar con un tío o un conocido que lleve el mismo nombre o imaginarlo con una toga romana.

Otras recomendaciones

Según el instituto Mayo Clinic, dormir bien, llevar una dieta saludable, desarrollar actividad física a diario y controlar las enfermedades crónicas también ayuda a mejorar y fortalecer la memoria.

Dicen los expertos que comer saludable puede ser tan bueno para el corazón como para el cerebro. Aquí se pueden incluir alimentos ricos en proteínas bajas en grasa, como el pescado, la carne magra y las aves sin piel, beber suficiente agua y evitar el alcohol.

La actividad física aumenta la presión sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro. Esto puede ayudar a mantener una memoria cuidada.

El Departamento de Salud y de Servicios Sociales de Estados Unidos recomienda que la mayoría de adultos practiquen 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (caminar) o 75 minutos semanales de actividad aeróbica enérgica (trotar), preferiblemente esparcidos a lo largo de la semana.

No obstante, estas recomendaciones no están dirigidas solo a los adultos, pues desde pequeñas las personas pueden potenciar su memoria siguiendo este tipo de recomendaciones.