Vida moderna
Método de Ivy Lee: cómo aumentar la productividad para trabajar menos horas
Una de las mejores formas de llevar el potencial al máximo, pero sin sacrificar horas de descanso.
Adquirir un buen hábito para lograr trabajar menos horas, pero siendo más productivo, es lo que los trabajadores sueñan con alcanzar en sus jornadas diarias.
La mayoría de las personas busca planificadores diarios, organizadores electrónicos, agendas virtuales, rutinas drásticas, aumentar el tiempo de trabajo o, incluso, un cambio radical en su estilo de vida para lograr ser más eficientes; sin embargo, esto puede llegar a ser perjudicial para la salud, gracias a que el exceso del mismo conlleva a padecer dolores de cabeza crónicos, agotamiento y tensión muscular.
Pero, ¿cómo lograr ser productivo sin exceder el tiempo? El método Ivy Lee es la respuesta. Se trata de una de las mejores formas de llevar el potencial al máximo, pero sin sacrificar horas de descanso y sin tener que aumentar la cantidad.
Según la historia, este método se ideó en 1918, cuando Charles M. Schwab, presidente de Bethlehem Steel Corporation y uno de los hombres más ricos del mundo (en ese entonces) -y a quien Thomas Edison apodaba “Master Hustler” porque siempre estaba un paso adelante de su competencia-, comenzó a buscar una forma de mejorar la productividad de su equipo, por lo que acudió a una experta en este tema llamada Ivy Lee.
La leyenda dice que Lee fue una empresaria y pionera en el área de las relaciones públicas y Schwab la llamó a la oficina para pedirle que le mostrara una forma para lograr terminar más tareas y menor tiempo, a lo que ella le respondió que le diera 15 minutos con cada uno de sus ejecutivos.
Además, al preguntar cuánto le costaría su asesoría, ella le dijo que nada, pero que, si lo que estaba por hacer funcionaba, después de tres meses le podría enviar un cheque con la cantidad que considerara correcta.
¿Cómo funciona?
Lo que Lee le compartió a los trabajadores fue una rutina muy sencilla, la cual puede aplicarse diariamente y que se enfoca en generar la productividad máxima. Esta metodología funcionó tan bien que a medida que pasaba el tiempo más y más compañías comenzaron a adoptarla.
Como era de esperarse, después de tres meses utilizando el método, Schwab le envió a Ivy Lee un cheque por 25,000 dólares (el cual en ese entonces era una cantidad enorme, ya que actualmente serían más de 400,000 dólares), según lo cita la revista GQ México.
El método consiste en cinco puntos
- Al final de cada día de trabajo, se deben anotar las seis cosas más importantes que debe lograr al día siguiente. Nunca debes escribir más de seis tareas.
- Darle prioridad a esos seis elementos en orden de su verdadera importancia.
- Cuando las personas lleguen al trabajo al día siguiente, deben concentrarse solo en la primera tarea. Trabajar hasta que lograrla y después enfocarse en la segunda.
Parece muy sencillo, pero es esencial para tener un plan concreto que sirve para conocer cuáles son las tareas más importantes y para realmente poner atención a las prioridades, en lugar de estar trabajando en todo al mismo tiempo, lo cual puede llevar a dividir la atención y aumentar el riesgo de cometer errores.
Parte de la efectividad comprobada de este método viene del hecho de que obliga a tomar decisiones difíciles e importantes. Cabe destacar que esto podría evitar la frustración y confusión que normalmente genera el estrés en el trabajo. Además, una lista de seis es totalmente manejable y no va a terminar abrumado el rendimiento.