Miel | Foto: Archivo Semana

VIDA MODERNA

Miel: ¿cómo consumirla para mejorar la memoria?

La pérdida de memoria normal relacionada con la edad no te impide vivir una vida plena y productiva.

6 de septiembre de 2021

Es común que el envejecimiento implique cierto grado de problemas de memoria, así como una ligera disminución de otras habilidades de razonamiento, de acuerdo con Mayo Clinic.

Por tal razón, el portal especializado en salud Mejor con Salud reveló que una cucharada de miel podría tener grandes beneficios para la memoria, pues esta tiene nutrientes como el calcio, cobre, hierro, magnesio, manganeso, zinc, fósforo y potasio, además de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas B, C, D y E, y antioxidantes.

De hecho, un estudio realizado en 2014 por el departamento de biología molecular de la Universidad Jahangirnagar de Bangladesh reveló que este alimento favorece la conexión neuronal. Además, es ideal para prevenir los efectos de la demencia.

Asimismo, otro estudio de Evidence-based Complementary and Alternative Medicine explicó que la miel ayuda a combatir la oxidación celular.

Sobre la misma línea, una investigación publicada en la revista científica norteamericana Clinical Trials sobre la menopausia señaló que para las mujeres posmenopáusicas es muy buena, ya que este cambio afecta la memoria y al consumir miel se ayuda a mejorar los procesos cognitivos.

No obstante, existen varias recomendaciones para mejorar la memoria, por ejemplo:

1. Realiza actividad física, ya que es importante realizar ejercicio al menos 30 minutos diarios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues esto aumenta el flujo sanguíneo al cuerpo entero, incluso al cerebro y ayuda a mantener la memoria activa.

2. Mantenerse activo mentalmente, porque así como hay que ejercitar el cuerpo, hay que ejercitar la mente con actividades que estimulen el cerebro y lo mantengan en forma. Para hacerlo, la entidad recomienda hacer crucigramas, jugar bridge, tomar caminos diferentes cuando conduzca, tocar algún instrumento, entre otros.

3. Socializar regularmente, pues esto previene la depresión y el estrés, que pueden contribuir a la pérdida de la memoria.

Cerebro - inteligencia
Cerebro - inteligencia | Foto: Getty Images

4. Organizar, ya que el escribir las citas, tareas o eventos ayudará a recordar más fácilmente. Además, Mayo Clinic recomienda evitar las distracciones y no hacer demasiadas cosas a la vez. “Si se concentra en la información que está tratando de retener, es más probable que la recuerde más tarde. También puede ser útil relacionar lo que está tratando de retener con una de sus canciones favoritas u otro concepto familiar”, señaló.

5. Dormir bien, porque esto ayuda a consolidar los recuerdos de modo que se puedan recordar más adelante. La mayoría de los adultos necesitan de siete a nueve horas de sueño por día.

6. Seguir una alimentación balanceada, ya que esto es bueno para el cerebro y para el corazón. La entidad recomienda comer frutas, verduras y granos integrales, elegir fuentes de proteína bajas en grasa, como pescado, frijoles y carne de pollo sin piel. Asimismo, señaló que el alcohol puede causar confusión y pérdida de memoria, al igual que el consumo de drogas.

Por su parte, tenga en cuenta que si le está preocupando la pérdida de memoria, especialmente si esto afecta su capacidad para realizar sus actividades diarias o si nota que su memoria empeora, hable con su médico.

Otros beneficios de la miel

- Regula el azúcar en la sangre: aunque la miel es un alimento de sabor dulce, ayuda a balancear el nivel de azúcar en la sangre. Esto se debe a que posee un equilibrio de fructosa y glucosa.

- Ayuda al hígado: la miel natural facilita la producción de glucógeno en el hígado, una reserva natural que se genera para cuando el cuerpo lo necesite.

- Reduce el estreñimiento: gracias al alto contenido de fructooligosacáridos (FOS), la miel reduce el estreñimiento.

- Reduce el estrés metabólico: este beneficio de la miel está relacionado con la energía que inyecta, pues el estrés metabólico se produce cuando el cerebro piensa que está en peligro de quedarse sin energía.